Por fin un descanso! || Privado~

Llegaron sin mucho problema al bar, Mina con paso confidente y alegre por estar en el lugar que quería, y por estar con compañía agradable. Se dejó caer en una de las sillas giratorias frente al mini-bar de bebidas, y rodó su asiento para encarar a Mizuki, que se había quedado un poco atras. Mina le sonrió algo apenada, como disculpa por caminar tan rápido.

Una vez juntas, Mina se aclaró la garganta, y se puso un dedo en su mentón, pasando la vista por sobre la lista de bebidas en el lugar.- Eh, yo quiero... -parpadeó. Ni idea de qué tipo de bebidas eran cada una.- Quiero un daikiri de fresa... -pronunció lentamente, leyendo. Bueno, eso sonaba bien. Miró a Mizuki, sonriendo y esperando a que ella tambien ordenara algo.

Había seguido sin ningún problema a la muchacha, llegando antes de lo esperado, pues al final de cuentas creyó que estaba más lejos. Se sentó a un lado de su acompañante, dedicándole una simpática sonrisa mientras entrecerraba los ojos.

- veamos... -. Musitó mientras veía las bebidas que allí había, y no pudo evitar sonreír levemente al ver en el menú algo que hacía tanto tiempo había deseado beber. - Deme un vaso de sake y por favor... traiga la botella -. Sonrió levemente mientras volvía la mirada a la joven que le acompañaba, sonriendole de forma dulce y agradable, pues a fin de cuentas esta le empezaba a caer bien. - ¿Alguna vez has probado el sake? -.

-Eh? -la chica parpadeó, puesto que estaba un tanto distraída. Se había perdido observando los alrededores, las muchas personas en grupitos distribuídas a lo largo del salón, todos en sus propios mundos.- Sake? Eh... no, creo que no lo he probado.

Se rascó la cabeza, y sonrió apenada.- La verdad es que, soy un poquito nuevo en esto de las bebidas... -suspiró, al tiempo que el bar-tender le traía su daikiri. Una pequeña copita, adornada con una rebanadita de fresa en la orilla.

Ladeó la cabeza.- Parece helado...- miró a Mizuki, al tiempo que le entregaban, tambien a ella, el sake que había pedido. Sus ojos se pasaron a las refinados vasos para el sake, y luego a su copita de Daikiri rosa. Rodó los ojos, ante ella misma. Su bebida se veía tan poco seria a un lado del sake.

Suspiró mientras esperaba a que le trajeran la bebida, manteniendo una divertida sonrisa en sus labios, desvió la mirada hacía la barra, pensando por un instante la respuesta de esta.

- No te pierdes nada -. Fue lo unico que respondió al escuchar que no había probado el sake, cuando le trajeron sus respectivas bebidas, no pudo evitar reirse bajito ante el comentario de que parecía helado, así que miró la bebida de esta y sonrió. - Si, tienes razón, parece helado -. Tomó el vasito que le habían entregado y dio un leve tragó a la bebida, sonriendo al terminar. - Pero la apariencía no importa, lo que importa es que te guste -. Musitó levemente mientras miraba a su compañera.