De paseo con una gatita~

Era algo tarde y la lluvia hermosa no dejaba d epintar las calles cuando en mi ropa de trabajo me metí en un café, esperaba a quella hermosa gatita que había visto aquella vez, pedí un mokacchino caliente y algunas galletas, tal vez ella querría algo al llegar, y le pedí atención a una camarera en específico.

-Si ella llega tarde la mataré- me dije mirando por la ventana esperando desesperadamente verla atravesar la puerta.

Vi inpacientemente y algo encantada como aquella pobre gatita llegaba tiritando al lugar, tenía el vestido sucio y estaba empapada, algún maldito la habría dañado y yo me aseguraría de que tarde o temprano las pagara.

Le grité e hice un ademán para que notara mi posición y se sentara, cuando lo hubo hecho le pasé mi suéter negro y pedí una toalla a la camarera la cual trajo inmediatamente.

-Estas toda mojada- dije secando cariñosamente su cabeza sin dejar mi expresión seria -mi nombre es Rebecca Valentine. pero preferiría que me llamaras Becca...- seguí quitándole la ropa incendiándola al frente de todos y a la par colocándole el suéter que a ella le llegaba a las rodillas.

Me senté al lado de ella y la abracé en mis pechos, estaba totalmente fría, y temblaba un poco... siempre odié ver a los niños sufrir por X cosa... simplemente lo odiaba y Chrona no sería la excepción.

-¿Te sientes mejor ahora?

La acurruqué un poco más a mi cuando oí lo adorable que podía ser su voz, le acaricié la cabeza dando a conocer mi retunda debilidad por las cosas monas, me sonrojé de la manera más literar y loli que puedo conocer al sentirla encogerse apenada y al acomodarse en mi.

-Estás tiritando aún- dije algo aniñada -Si deseas puedes pedir algo caliente- le sonreí -Yo ya ordené algo dulce... toma, pide lo que quieras- le dije sonriente mostrándole la carta

Esperaba que ronroneara, en verdad adoraba los gatos y que una chica tan mona fuera ambas cosas me agradaba, le dejé para que pudiese leer bien y elejir mientras bebía algo de café marrón, sin azucar.

-Me alegra que hayas venido, con esta lluvia pensé que me quedaría sola- dije serena pero sosteniendo la sonrisa

Reí ante la reacción tan inoscente de Chrona mientras leía la carta.

-No abusas, es lo que quiero hacer- le dije sonriente bebiendo el último sorbo de café mientras me paraba para sentarme frente a ella y llamar grácilmente a la camarera -Traiga otra taza de café y por favor estén atentos a los caprichos de esta gatita tan mona- terminé con una amenazadora sonrisa.

Me quedé un momento mirando la ventana cuando terminé de ori los comentarios de Chrona, parecía tan linda sonrojada con ese cabello rosa mojado que me hacía pensar en mi madre, la mujer que yo más quería.

-Eso me agrada... auqnue estoy acostumbrada a estar sola- sonreí aún viendo distantemente por la ventana -Hmmm... ya decidiste qué pedirás?

Asentí al conocer lo que quería y llamé a una camarera la cual tomó rápidamente el pedido, empecé a ver la ventana y de repente escuche aquel comentario que me sonaba tan familiar, algo que creí que solo mi hermano me podía decir.

-¿Estar copletamente solo... ka?- dije sin quitar la mirada de la ventana -Hay veces que es mejor estar solo... nadie te hace daño... nadie te decepciona...- dije en un tono algo aversivo -Pero no es totalemente male estar acompañado... pienso que tener amigos mientras amigos sean es... divertido- terminé sonriéndole con una de mis más sinceras sornisas.

Realmente la soledad o la compañía no era un tema que compartiera mucho con nadie o algo que realmente me afectara en grande, pero era divertido habalr con esta chica esta... gatita.

Al rato llegó el pedido junto con otra taza de café marrón y sin azucar, la camarera entregó amablemente el chocolate y las galletas que, hasta para mi se veían tentativas, le sonreí para luego darle un sorbo al café, estaba caliente y era relajante.

-Bebe tu chocolate, seguro que aún tienes frío- dije pícaramente viendole, la verdad, era que estábamos bajo un conduco de aire acondicionado