Recién llegada al lugar

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Azuiza había tenido un movido y largo camino hasta el sitio que ahora sería su nueva vivienda, pero por fin llegó al sitio indicado y un suspiro de alivio, quizás de cansancio, salió de su boca anhelando una libertad aparente. Con sus tres maletas: una bastante grande y otras de tamaño mediano, se paró delante de la fachada del hotel. La observó detenidamente, fijándose en cada detalle que podía llamarle un poco la atención, antes de entrar.
- Bien, Little Rawr, este es tu nuevo hogar... - comentó para sí, en un susurro, mientras comenzaba a andar hacia la puerta.
Entró, junto a sus tres maletas (cosa que le costó bastante), y miró a su alrededor. Le sorprendió un poco como era la entrada, no estaba acostumbrada a los hoteles, pero esta sorpresa se le fue bastante rápido pues tenía como "poder" para acostumbrarse levemente a las cosas nada más verlas; poco a poco se familiarizaría con el lugar. Lo que más le llamó la atención fueron algunos elementos de la decoración de dicha estancia.
Siguió observando su alrededor, parada a pocos pasos de la puerta de entrada, teniendo al lado su equipaje. No sabía muy bien que hacer, ni que decir; esperaba que alguien o quizás algo, se le acercase para preguntarle si necesitaba ayuda.
- Puede que nadie se me acerque - volvió a pensar en voz alta, pero no hizo nada... solamente permaneció inmóvil en el mismo sitio en el que se encontraba.

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Me encontraba en el salón principal del hotel. No era mal momento para comenzar a conocer el Hotel. Ya tenía varios dias de estadía, era tiempo de conocerlo completamente.

- ¿Cuántos años de antiguedad tendrán?

Los arreglos de ahí eran tan elegantes que robaban mi atención. De pronto un nuevo Huesped llegó. Para ser mas claros una nueva Huesped. Una niña, no muy grande ni tampoco se veía pequeña. Lo que sí era grande, mas bien, enorme, era una de sus maletas. era muy gracioso ver cuanto esfuerzo necesito al entrar.

"Puede que nadie se me acerque" Fueron las primeras palabras que escuché de ella. Al parecer necesitaba ayuda en verdad. Uno de mis primero principios era la educación. ¿Qué tiene que ver con ayuda? No tenía idea, supongo.

- O puede que sí .. Respondí a lo que ella había dicho.

- Al parecer necesita ayuda .. ¿Le gustaría que yo lo haga?

Puse a un lado sus tres maletas y me presenté ante ella.

- Mi nombre es Ciel, Ciel Phantomhive. Y soy un huesped. Así que no te acostumbres a que ayude. Es sólo que no podía dejar a una señorita en apuros.

No mostré ningun gesto, ni de alegria ni de molestía. Sólo hice una pequeña reverencia.

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Una de las personas que la chica pudo alcanzar a ver al llegar allí, era un chico que para ella... era bastante llamativo. Recordemos que tiene unos gustos muy cambiantes y puede resultarle llamativa hasta una piedra mientras le vea algo... ¿diferente, podría ser? Creo que lo que más le llamo la atención fue el color del cabello de aquel muchacho, era de un tono que le gustaba.
- O puede que sí... - escuchó la morena, como si fuera una "respuesta" a lo que ella dijo momentos antes -. Al parecer necesita ayuda .. ¿Le gustaría que yo lo haga?
Él echó las maletas hacia un lado, cosa que casi hace que Azuiza dijese un: "¡Eh! Con cuidadito, que llevan cosas importantes dentro." Pero ella no quería parecer borde, y menos con un desconocido que no sabía de sus cambios de humor repentinos, así que prefirió callarse. Puso oreja, muy atenta, a la presentación de aquel muchacho: se llamaba Ciel Phantomhive.
- Y soy un huesped. Así que no te acostumbres a que ayude. Es sólo que no podía dejar a una señorita en apuros.
- Muy cortés por tu parte - fue su manera de agradecerle esa "ayuda" que le iba a dar, podría sonar borde pero el tono de voz de la Little Rawr era bastante tranquilo y amable.
Ciel hizo una reverencia, sin mostrar sentimiento alguno o sin hacer otro gesto. A Azuiza le extrañó un poco, y sacó sus propias conclusiones: era el típico niño rico. De esos que no te gustaría juntarte... por lo menos, a ella no le gustaría juntarse con esas personas puesto que su personalidad la "repele".
- Espero que no le sea de mucha molestia, señorito Ciel - Azuiza lo dijo un poco en tono de broma, con una sonrisa pícara en su rostro y haciendo una reverencia -. Mi nombre es Azuiza Hinata, puedes llamarme Azu o Azui.

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- Un gusto, y no tienes porqué agregarle cosas a mi nombre, sólo soy Ciel.

Parecia una señorita muy amable, no me molestaría entonces ayudarla.

- Y .. Azu .. ¿Cuál es el número de tu habitación? ¿A dónde tengo, tenemos que llevar estas maletas?

Le costo un poco de trabajo llamarla como ella le dijo, no era de las personas que tuteaban, pero no había nada que perder. Dijo para no perder más tiempo, aunque no sabía que más tiempo podría perder, no tenía en realidad nada que hacer.

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- Un gusto, y no tienes porqué agregarle cosas a mi nombre, sólo soy Ciel.
- Era por hacer un poco más divertida nuestra conversación - sonrió ampliamente.
La verdad, Azuiza solamente dijo la anterior frase por eso: diversión. Le daba igual que Ciel le dijese que no tenía por qué agregar cosas a su nombre... puesto que seguiría haciéndolo mientras a él no le molestase.
- Y .. Azu .. ¿Cuál es el número de tu habitación? ¿A dónde tengo, tenemos que llevar estas maletas?
- El número de habitación... - se puso a pensar.
Estuvo unos segundos pensándolo cuando, de repente, miró a Ciel con una cara que parecía que había visto un fantasma pasar en ese mismo momento. No se acordaba del número de la habitación, por el camino se le había olvidado. Lo tenía apuntado en algún sitio, sí, se acordaba de eso... pero de donde era, no.
- N-no me acuerdo... - le contestó, con algo de dificultad.
La dificultad de aquello no fue porque le diera "miedo" a que se riera de ella o le avergonzase eso, si no, que odiaba olvidar las cosas cuando las había tenido horas y horas en la mente.

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De un momento a otro ella tuyo una reaccion de susto o algo parecido. Un poco después dijo que no tenía en mente el número de la Habitacion.

- Ya veo. ¿Y qué harás?

A qué persona se le olvidaba el número de la Habitación .. De su Habitación.
Era algo gracioso, pero no era cortéz mostrar que me daba gracia.

- Estaremos probando en cada una de las puertas de todo el Hotel haha.. Por un momento dejó salir una sonrisa, se dió cuenta y mantuvo su postura, algo que siempre le habían enseñado. Aclaró la garganta y siguio habando.. De todo el Hotel con tu llave, y la que abra, será tu Habitacion.

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La preocupación inhundaba a la chica, la verdad es que no es la primera vez que le pasan este tipo de cosas y siempre había conseguido arreglarlo todo de una forma u otra pero... ahora no se le ocurría como arreglar aquello. "Ya veo. ¿Y qué harás?" Eso que dijo Ciel, le hizo pensar en qué hacer. Pero no le venía nada a la mente, la "iluminación divina" no le acompañaba en estos momentos.
- Estaremos probando en cada una de las puertas de todo el Hotel haha.. - Azuiza se fijó en que a Ciel se le había escapado una pequeña sonrisa, pero después volvió a estar como antes (algo que le extrañó bastante). El chico se aclaró la garganta -.. De todo el Hotel con tu llave, y la que abra, será tu Habitacion.
- Claro, es la pregunta más inteligente... o podríamos también preguntar en recepción - propuso, casi sin darse cuenta de que había pensado eso y, sin saber por qué, se le vino a la mente una pregunta que salió de su boca casi automáticamente -: ¿Por qué evitas sonreír?
Hizo aquella pregunta sin preocuparse en si le molestaría o no, puesto que ella solamente quería resolver sus dudas... saber la respuesta de aquello. Era raro, ya que ella estaba acostumbrada a sonreír y era agradable hacerlo, se sentía uno muy bien estando y expresando estar alegre. Además, las sonrisas no dañan a nadie... es más, alegran a los demás. O, por lo menos, eso es lo que pensaba ella.

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- Una imagen vale mas que mil palabras. Siempre me he dicho que no reaccionaría ante nada Se refería a sus expresiones , las desiciones, son mejor tomadas si no hay algún sentimiento de por medio.

El había tenido un mal pasado, algo que lo marcó demasiado, algo que lo hizo ser como era ahora. Era muy frio o por lo menos trataba de serlo. Por algo no carecía de amigos, aunque, según él, no necesita de nadie. Podría decir que tiene una vida tristemente buena.

- Tienes razón, ve .. Vamos a preguntar mejor.

No estaba muy acostumbrado a hablar por dos personas, solamente por una, o era él u otra persona, nunca ambas.

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Contestó a la pregunta de Azuiza, no parecía haberle molestado mucho... o quizás sí. Era difícil leer como se sentía en sus ojos, eran como una inquebrantable pared de hielo.
- Una imagen vale mas que mil palabras. Siempre me he dicho que no reaccionaría ante nada, las desiciones, son mejor tomadas si no hay algún sentimiento de por medio.
- Bueno, hay veces que las decisiones pueden tomarse mal estando de por medio sentimientos o no, cometiendo así infinidad de errores. La verdad, yo creo que en la vida siempre se van a cometer errores, algunos más graves que otros, y se puede aprender o no de ellos, depende de la persona. Y en esto, quizás sí estén de por medio los sentimientos, pero también pueden no estarlo - pensó totalmente en voz alta, exponiendo completamente lo que pensaba sobre aquello... lo que se le pasaba por la mente.
- Tienes razón, ve .. Vamos a preguntar mejor.
- Sí, será mejor eso. Sería un poco extraño eso de ir probando la llave... podría parecer una ladrona o algo, intentando entrar en habitaciones ajenas - comentó, algo pensativa.
La verdad, no pensaba moverse de allí si Ciel no iba primero. No le gustaba moverse ella primero al sitio, siempre iba detrás de alguien a no ser que estuviese totalmente sola. Cosas suyas, quizás.

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- Tienes razón. Pero las todas las personas pensamos diferente.
Le regaló una sonrisa cerrando los ojos.

- Es cierto, y no queremos que eso pase.

Se supone que deberían estarse moviendo pero nada de nada. ¿Por qué yo tendría que preguntar por una habitación que no me pertenece? Pero al parecer ella tampoco esta segura de hacerlo o algo pasaba..

- La recepción está por ahi. No tengas miedo, yo sobreviví.

Como ella no se movia, o daba algún paso hacia adelante, sae hizo un poco hacia adelante, el dobló uno de sus brazos al frente para que ella lo tomara entre el codo y su cuerpo y así él la guiara hacia la recepcion, para poder llevar las maletas a su habitación.

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- Tienes razón. Pero las todas las personas pensamos diferente - a Azuiza le gustó la sonrisa que se pintó en el rostro de Ciel por unos segundos.
- Aunque pensemos diferente... una sonrisa de vez en cuando no creo que te sentase mal. Pero es solo la opinión de una desconocida que acabas de conocer, tampoco lo tengas demasiado encuenta - su tono de voz alegre y a la vez tranquilo era algo que la caracterizaba bastante, una de las cosas que le gustaban bastante.
- Es cierto, y no queremos que eso pase.
La verdad, si hubiesen hecho lo que pensó Ciel momentos antes y acabaran creyendo lo que dijo Azuiza... hubiera sido un grave problema, no sería nada agradable su estancia allí además. Lo mejor que podían hacer era optar por la opción de la morena; esta era una de las pocas veces que se le ocurrían ideas decentes... podría haber propuesto otra cosa, más extraña además.
- La recepción está por ahi. No tengas miedo, yo sobreviví.
- ¿Qué te hace pensar que por que tu sobreviviste a ella, yo no pudiese y me comieran? - Bromeó Azuiza, con la sonrisa pícara que solía pintarse en su rostro con este tipo de bromas. A la sonrisa, le complementaban sus ojos azules.
Azuiza bajó su mirada, hasta el brazo de Ciel el cuál dobló y puso delante de ella. Le hizo recordar a aquel chico... sacudió la cabeza, no tenía ganas de pensar en ese ahora mismo. Tomó su brazo, apoyando la mano entre el codo y su cuerpo. No esperaba que hiciera eso, puesto que lo veía como el típico niño rico que se creía más que los demás... o algo así. Sus conclusiones precipitadas podrían traerle problemas si las exponía a los demás.

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- Que yo ahora soy el que te esta acompañando.

La recepción estaba a unos cuantos pasos de ellos, pero no había notado un 'pequeño' problema ¿Quién o cómo él llevaría las maletas que se ofresió a llevar?. Sólo tenia una mano suelta .. Y eran tres maletas.
La primera reaccion que tuvo fue levantar la mano que tenía desocupada y golpearse la frente. En cuanto se dió cuenta de lo que había hecho se quedó quieto, que vergüenza. Eso lo hace quedar completamente como tonto. Trató de calmarse y se reincorporó sacudió un poco y acomodó el saco que tría, aclaró la garganta.

-Am. Al parecer esta no es la mejor forma de ir.

Refiriendose a la forma en que llevarían las maletas. En seguida volteó y las miró, sin soltarla. Esperaba una respuesta de ella.

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- Que yo ahora soy el que te esta acompañando.
- Entonces, si alguien se tira encima mía para comerme... ¿me protegerías? - Las ideas disparatadas de Azuiza salían poco a poco a la luz.
Ahora que Azuiza lo pensaba mejor, Ciel no sería totalmente la persona indicada para llevar las maletas, osea... para eso estaban los trabajadores del hotel: los botones. La verdad, agracedía mucho el gesto que hacia el chico puesto que con su aire de gente de sangre real y sus vestimentas tan formales, parecía que no fuese a hacer esas cosas en su vida... que eso es para plebeyos. Quizás es solamente una paranoia de las tantas que solía tener esta chica. Se dio cuenta del gesto que hizo Ciel de darse en la frente con la mano, cosa que hizo que sonriese casi riéndose. No esperaba para nada que hiciera aquel gesto tan tonto, pero era agradable ver aquello.
- Am. Al parecer esta no es la mejor forma de ir.
- Pues... mmh... - se puso pensativa, mirando a todos lados -. Podría llevar yo dos maletas y tu la grande - propuso, hoy se había levantado "inteligente".

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- ¿Protegerte? No, claro que no Dijo en tono muy serio, luego sonrió. Estoy bromeando.

Era algo increible, prácticamente era su primera broma de toda la vida. No le había salido tan bien, pero lo hizo algo inconcientemente.
Después se apenó algo al ver que ella se reía, pero no hizo nada al respecto, su sonrisa le parecía algo .. ¿Raro? .. ¿Agradable?. No había tenído otro trato con aluna otra niña que no fuera Lizzie, pero ella era un poco 'molestosa' para él. Era algo nuevo tratar con otras personas

- No, yo llevo la más grande y esa otra, tu lleva la más pequeña.

La soltó y tomó las maletas que había dicho.

- Ahora sí, vamos.

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- ¿Protegerte? No, claro que no - parecía muy serio en ese momento, pero luego sonrió de nuevo -. Estoy bromeando.
Azuiza, ante la broma, no pudo evitar dejar escapar una pequeña risa inocente. No esperaba que alguien con ese aura, esos aires, hiciera una broma y menos con la opinión que expuso el chico antes. ¿Quizás estaba consiguiendo que fuera más abierto a ella? Quien sabe, en este tipo de cosas... no le gusta pensar nada precipitado. Pero para otras cosas sí, tiene una personalidad demasiado extraña esta chica...
- No, yo llevo la más grande y esa otra, tu lleva la más pequeña.
- No hace falta que te hagas el fuerte delante de mí, no vas a impresionarme así - comentó ella, cogiendo la maleta que Ciel le había asignado.
- Ahora sí, vamos.
- ¿Seguro que puedes con las maletas? No sé yo... - Azuiza miró a Ciel con cara de duda.

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¿Hacerme el fuerte? ¿De qué rayos habla?
- ¿Perdón? ¿Que me haga el fuerte? ¿Impresionarte?. Estas equivocada. Las cosas que yo hago las hago porque quiero. No me importa lo que los demás piensen. Esto lo hago por cortesía. No por impresionarte.

Se había irritado un poco, no tenía emociones estables y le había fastidiado que dijera eso de él. No le estaba saliendo bien querer relacionarse con otras personas, su forma de ser no era ni la mas correcta ni la mas gentil. Se metió de nuevo en su papel de chico serio.

- Seguro.

Dijo en un tono muy simple de nuevo, aunque trató de calmarse, era tonto que se ponga así sólo por un cometario y lo sabía, pero no podía evitarlo.

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- ¿Perdón? ¿Que me haga el fuerte? ¿Impresionarte?. Estas equivocada. Las cosas que yo hago las hago porque quiero. No me importa lo que los demás piensen. Esto lo hago por cortesía. No por impresionarte.
La reacción que tuvo Ciel, no hizo otra cosa que provocar una sonrisa juguetona en el rostro de Azuiza. Este gesto, quizás fuera bueno o quizás malo... no se puede saber con certeza lo que le pasa a esta chica por la mente, y menos en un momento así. Se puso delante de él, sujetando la maleta con su mano derecha, con la mano izquierda le tocó la mejilla de este mismo lado con el dedo índice.
- ¿Seguro que no quieres impresionarme? - Aquella sonrisa no desaparecía del rostro de Azuiza, y el azul de sus ojos quizás ahora parecía bailarín -. Porque a mí me da la sensación de que sí...
Ella casi siempre solía estar bromeando o sin decir las cosas totalmente en serio, aunque a veces pareciesen de verdad, y las reacciones que tenían ante ellas los demás le importaban bastante. Sobretodo... si tenían la reacción que tuvo Ciel ante ésta.

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Estaba irritado y a ella le parecia algo ¿gracioso?, al parecer, por su 'risa'. ¿Qué rayos? De repente ella le toco el rostro con un dedo .. ¿Qué pasa?.
Sin notarlo, por parte de él, aparecio un leve sonrojo, que se veía en contraste con el tono claro de su piel. No duro ni un segundo en reaccionar, se hizo para atrás, alzando las manos, evitando la de ella, casi cubriendose y por consecuencia soltando las maletas.

-¿EH? N-no! ¡Claro que no!

Contestó inmediatamente, era verdad lo que decia. Ella era más grande por unos pocos años que él. Y jamás había pasado por su mente el 'impresionar a una chica'. ¿Por que ella lo había tomado así?

- ¿¡Por qué dices eso!?

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Su leve sonrojo hizo que la sonrisa juguetona de Azuiza perdurase más. Ciel se echó para atrás y alzó las manos, como intentando protegerse; eso hizo que la morena no pudiese evitar acercarse un poco más a él. Se fijó por unos segundos en las maletas que había soltado hace nada, pero no le dio demasiada importancia y fijó sus ojos en él de nuevo.
- ¿EH? N-no! ¡Claro que no! ¿¡Por qué dices eso!?
- Porque eso es lo que hacen normalmente los chicos... - su voz sonaba cantarina, pero a la vez alegre y juguetona. Era una mezcla extraña, pero agradable para los oídos de Azuiza al menos -... y no creo que tú fueras a ser menos, ayudando a una pobre dama en apuros.
Se le pasó una idea por la cabeza, bastante fugaz, aunque no sabía si saldría bien pero eso le daba totalmente igual... pensaba que no iba a perder nada por hacerlo, así que, lo hizo: intentó coger (con bastante cuidado) las muñecas de Ciel para apartarle las manos de en medio. Le encantaba hacer estas cosas, era así de extraña la chica. Ella pensaba que, aún siendo como es, tenía un aura encantadora y tal... pero quizás estuviese equivocada. Todo depende del punto de vista.

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- Pues yo no soy un chico normal. No hago las cosas con alguna intencion hacia otras personas.

No le dió importancia a que ella tomara sus manos, sólo se concentro en contestar en un tono ya un poco mas calmado y correspondiendole la mirada, sin darle importancia tampoco a la sonrisa formada en su rostro.

- Pues ahora, desde este ángulo, no pareces ninguna dama en 'apuros'

Aun tenía en el rostro un leve sonrojo, seguidamente volteó el rostro y miró las maletas.

- ¿No tenías que ir a preguntar?

Volvió a verla y le cambió el tema algo neutro con respecto a expresiónes.

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- Pues yo no soy un chico normal. No hago las cosas con alguna intencion hacia otras personas.
- Entonces, tampoco tu intención es ayudarme... solo lo haces y ya. Por lo que es una tontería que estuvieras aquí, ¿no crees?
Correspondió la mirada, cosa que levemente le gustó a la chica. Ojos azules... llamativos. Seguía cogiéndole de las muñecas, con suavidad por si podía hacerle daño aunque ella no tuviese tanta fuerza como para hacer daño a nadie con ese gesto.
- Pues ahora, desde este ángulo, no pareces ninguna dama en 'apuros'.
Notó el leve sonrojo que aún poseía el rostro de Ciel, él volteó el rostro para observar las maletas que había al lado de ellos dos. Iba a contestar lo anterior, pero una frase que pronunció el chico hizo que no dijese nada por el momento.
- ¿No tenías que ir a preguntar?
- Tenía... no creo que me vaya a morir por esperar unos segundos más en preguntar - acercó un poco más su rostro al de él -. Es agradable estar un rato contigo.
No se sabía cuales eran realmente las intenciones de Azuiza, quizás solo intentaba divertirse un rato o quizás intentaba provocarle de alguna forma. O... simplemente, lo hacia por hacer, porque quería hacer aquello. Quien sabe. Su mente estaba demasiado llena de cosas sin sentido, incoherentes, que era difícil saber por qué hacia una cosa u otra. Ni siquiera ella misma sabía por qué llevaba acabo algunas cosas.

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Ya se encontraba calmado "No reaccionar ante la presión".

- No .. Esperemos que no.

Respondió con algo de sarcasmo su comentario acerca de que no se moriría. No comentó nada más sólo escuchó lo que ella había dicho. Agradable .. Contigo.

El silencio se hizo prensente en esa escena. Sólo se miraban un poco cerca.

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- No .. Esperemos que no.
Notó el sarcasmo que usó Ciel en aquella frase y no pudo evitar reírse levemente. Esta vez su risa, como su voz, sonaba melódica. Podría hacer un comentario ante aquello, decir algo en respuesta, pero prefirió que no... podría "fastidiar" el momento.
Ciel no hizo nada ante el gesto de Azuiza, solamente hubo un largo (y molesto) silencio en el que solamente se miraban de cerca. A la chica se le pasaban mil y una cosas que hacer en ese momento, una más fantástica que la anterior o más extraña, mejor dicho. Al final decidió solamente acercarse un poco más, quedando a pocos milímetros del rostro de Ciel.
- Tus ojos son más bonitos de cerca - comentó, sin cambiar su expresión ni su pose.
Le encantaban los ojos azules, aunque realmente no le importaba demasiado de que color tenían los ojos los demás o ella misma, eso no cambiaría nada. Pero, como todo el mundo, tenía sus propios gustos. Esperó la reacción de Ciel ante su comentario, quizás no hiciese nada ni expresase nada como anteriormente pero no iba a pasarle nada por esperar algo así.

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No iba a decir ni hacer nada quería ver qué quería hacer la chica en ese momento tan .. Tan .. ¿Incómodo? Si es que podría llamarse así
Ella le hizo un cumplido

- ¿A sí?. Gracias, supongo ..

Miro un poco hacia la derecha evitando contacto con ella, sin moverse ni la posicion en que se encontraba, tan cerca de ella.

- Y .. Cuánto tiempo más piensas estar invadiendo mi espacio personal?

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- ¿A sí?. Gracias, supongo ..
- No tienes por qué dar las gracias, Ciel.
Él miró un poco hacia la derecha, se notaba que le incomodaba aquello pero eso hizo que a Azuiza le gustase cada vez más estar así. No era la primera vez que se encontraba en una situación parecida, así que, se podría decir que estaba un poco "acostumbrada" aunque no solía hacer eso con frecuencia. Es más, raras veces hacía cosas de este tipo.
- Y .. Cuánto tiempo más piensas estar invadiendo mi espacio personal?
- ¿Tanto te molesta? Seguro que en el fondo te agrada... - esto último, lo pensó en voz alta. Su tono de voz ahora sonaba... ¿misterioso? Sí, esa podría ser la palabra.
Ya sabía que haría acontinuación, pero pensó que mejor esperaría unos minutos más a hacerlo. Tenía todo, o casi todo, planeado puesto que la reacción de él no sabía cual sería... pero había múltiples opciones. Evitó sonreír maliciosamente, para que Ciel no levantase sospechas (?).

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