Entramos juntas al hotel como siempre, cogidas de la mano, estaba muy nerviosa.
-Yumi, ¿estas segura de esto?
-Claro que si Yuuki, tu confía en mí.
Agarre la mano de mi hermana con fuerza y nos acercamos al recepcionista y pedimos la habitación más lujosa, Yumi tenía pensado fundirle la tarjeta de crédito a nuestros padres.
Esperamos a que nos vinieran a buscar las maletas sentadas en unos grandes sofás de color caoba, Yumi sacó su I-pod y se puso a escuchar música mientras yo observaba todo a mí alrededor. Era muy elegante, y gente como nosotras correteaban de un lado a otro. Pero quería hacer amigos, conocer a alguien con quien salir y pasármelo bien.