Sueño... (Libre)

Su descanso había llegado… para su mala suerte. Además de hacer su trabajo, no tenía otra cosa en la que entretenerse. Podía visitar a su hermana, hablar con ella o quizás ayudarle en el trabajo, sin embargo, aún no sabía cuál era su horario, en qué zona del hotel estaría o cómo poder encontrarla. Quizás le estorbe o la distraiga, por lo que visitarla ya no era una opción, no al menos hasta que pueda contactar antes con ella para poderle visitar. Suspiró, estirando sus brazos muy ociosamente, y luego de pensar unos minutos decidió irse para el café. Ahí podría descansar un rato o leer un libro, así que se dirigió hacía allá. Una vez llegó se sentó en la primera mesa libre que encontró, sacó un libro pequeño y se puso a leer. No es que leer le pareciera aburrido, al contrario, era su pasatiempo favorito, sin embargo, la noche anterior no había descansado lo suficiente, por lo que se quedó dormido habiendo pasado apenas unos pocos minutos. La mesera se acercó para tomar su pedido, y al verlo dormir no supo qué hacer. Miró a sus costados buscando a alguien con quien tal vez hubiera llegado o algún familiar, pero no pareció encontrar a nadie relacionado con el chico, por lo que o bien era despertarlo, o bien dejarlo dormir.

Hoy era un día agitado, ya que me había quedado dormida y se me hizo tarde para llegar a trabajar, y el jefe decidió un castigo para mi; ya que era la hora de descanso para los trabajadores a mi me puso a trabajar todos los turnos sola, era muy difícil ya que aunque no habían muchas personas en el lugar aún así tenía que atender mesas, hacer la comida, limpiar mesas, etcétera.
Había entregado todo solo faltaba terminar de cocinar algo, pero a ese instante para colmo otro cliente entro por la puerta.
Decidí ir lo más rápido posible para tomarle la orden.
-Señor, ¿que le gustaría ordenar?-
Cuestione rápidamente ya que la comida se estaba quemando y no lo quería repetir otra vez, pero otro problema vino, el se encontraba dormido y no podía despertarlo ya que posiblemente me despedirían; me quede un rato viéndolo esperando a que despertara.
Moví un poco mis pies de los nervios sobre lo que pasaba en la cocina.