- No sé muy bien, pero los abrazos se dan porque se quieren dar, no por 'responder' alguno que te hallan dado, o porque otro quiera que lo abraces. Los abrazos si no nacen de tí no valen - aún seguía con el tono serio; se acercó a Azuiza y le susurró -: ¿No es verdad?
- Pues yo los doy "respondiendo", porque nacen de mí. Que tú seas un estúpido inhumano sin sentimientos no es mi culpa - su tono no cambió, ni tampoco la pose que tenía en aquel momento.
- Y no debes hacer berrinches, creo que ganas más de las personas cuando no esperas nada de ellas.
- ¿Qué...? - Susurró, para sí, pues sabía que por lo que había dicho Ciel iba a hacer algo.
Aquel gesto, que no tardó en descubrir, fue un abrazo por la espalda como ella había hecho momentos antes. Azuiza, ante aquel gesto, no pudo evitar sonrojarse y ponerse nerviosa puesto que antes no le habían abrazado de esa forma... solamente una persona lo hizo. El ascensor se paró, pues ya llegaron a la planta deseada, y Ciel cogió las maletas para luego salir de allí.
- Es por aqui.
La chica llevaba la cabeza agachada pues no quería que el peliazulado se diera cuenta de su sonrojo, y no dijo nada por todo el camino, solamente tartamudearía y sería "extraño". Así que, se limitó a seguir a Ciel por donde él indicaba.