Limpiando.

Sus manos manejaban aquel trapeador a lo largo del pasillo, a un lado, y al otro, y de regreso. Mina mascaba un chicle azul, y de vez en cuando soplaba para hacer burbujas.

Se detuvo un momento, poniendo una mano en sus caderas. Ladeó su rostro, observando el camino que había trapeado de forma impecable, reluciendo bajo la luz artificial de los focos del pasillo. Asintió, contenta, y volteó. Un gesto cansado se apoderó de su rostro. A penas iba a la mitad del pasillo, aún le quedaba un largo tramo. Dio un bufido, y continuó a su trabajo, pensando en que pronto tenía su descanso de media hora para ir a comer. Tal vez iría a la cocina del Hotel, cuando terminara.

Podría pedirles un descuento de empleados a los cocineros, pensó, sonriendo.

Gustaba de ir y venir por todos lados cuando se encontraba en su tiempo libre, su mirada se posaba a veces en algunos huespedes o los mismos trabajadores y sin más suspiro profundamente mientras cerraba los ojos, caminando literalmente a ciegas. Se encontraba undida en sus pensamientos, preguntandose que podría hacer despues del trabajo, recordando a la unica persona que había conocido hasta ahora, pero todo pensamiento se le fue de la mente cuando el olor de piso mojado izo que frenara en seco, un paso más y terminaría manchando el limpio pasillo que apenas estaba haciendo la muchacha. Se inclinó hacía adelante para poder ver quien estaba trapeando y al verla sonrió de forma divertida mientras señalaba una parte del piso.

- Dejaste una mancha allí -. Suspiró profundamente mientras se cruzaba de brazos y apoyaba su espalda contra la pared, tampoco quería ser grosera y pasar como si nada cuando estaba recien trapeado, pues a ella misma le molestaba que ensuciaran cuando ella trabajaba.

- ¿Necesitas ayuda? -. Cuestionó mientras miraba a la joven con los ojos entrecerrados, esperando por una respuesta positiva o negativa de la desconocida.

Parpadeó al escuchar una voz nueva en el pasillo, y se dio la vuelta rápido. Una linda chica estaba recargada en la pared.

-...Oh.- dijo, siguiendo lo señalado, y con un gruñido, pasando el trapeador por sobre la mancha.- Gracias. Y no es necesario, yo puedo sola.- dijo, cerrando sus ojos con gesto algo altivo. Era una testaruda, cuando se lo proponía. Abrió uno de sus ojos, para ver a la chica. Suspiró, decidiendo no ser grosera por un día.

-Mi nombre es Mina,- le dijo, dandose la vuelta y apoyandose con el trapeador.- También trabajas aquí? Porque no nos habíamos topado. Hasta ahora, claro

Cuando esta termino de hablar, la rubia se quedo mirando detenidamente a la mucama, sonriendo levemente pero de forma amable.

- Me llamo Mizuki y si, trabajo aquí aunque ahora estoy en la hora de descanso -. Se dejo de apoyar en la pared, saco un trapo de uno de los bolsillos de su vestido y lo dejo caer al suelo para asi poder limpiarse los zapatos. Despues levanto el trapo y se lo volvio a guardar.

- ¿Cuando es tu hora de descanso? -. Cuestiono con calma mientras comenzaba a caminar por el piso recien trapeado, pero como ahora se encontraba con los zapatos limpios no dejo mancha alguna. Al estar ahora cercas de su... tecnicamente compañera de trabajo le sonrió levemente.

Le miró curiosa. Mizuki (lindo nombre) había tomado las molestias de limpiar sus zapatos antes de pisar su recién trapeado piso. Sonrió levemente. Era obvio que era una mucama como ella, puesto que si hubiera sido algún huesped, o alguien más, no hubiera tenido suficiente consideración con la limpieza.- Qué buena suerte. -mencionó, al lo de la hora de descanso.

Miró su reloj de pulsera. -Vaya, en casi nada. Diez minutos y soy libre!- exclamó, levantando uno de sus brazos en el aire. Miró a Mizuki, con una renovada alegría.- Me has puesto de buen humor.... tu descanso termina pronto? Quieres ir a... uh, tomar algo, o parecido?

Al escuchar a que hora comenzaba su hora de descanso, sonrió de forma divertida, al escuchar la pregunta de la muchacha, dirigió su mirada hacía el techo pero luego cerró los ojos, como si estuviera haciendo cálculos, y después de unos segundos abrió los ojos y miró a la joven con una divertida sonrisa.

- Aún me queda un buen tiempo de descanso -. Dijo con un tono casi alegre, pues técnicamente con ese comentario hacía aceptado la oferta de la muchacha de ir a tomar algo o... algo. Se quedó un rato pensativa mientras posaba su mano diestra en su cadera y la zurda en su mentón.

- mmm pero... ¿A donde te gustaría ir? -. Cuestionó con tranquilidad mientras volvía su vista en la muchacha, esperando que esta respondiera su pregunta, por mientras ella se cruzó de brazos, manteniendo la tranquila sonrisa en sus labios.

Se llevó una de sus manos a su boca, cubriendo su sonrisa, la pose pensativa de la chica causándole gracia de la buena.

Mina sacó un pañuelito, y se secó sus parcialmente húmedas manos. -Bueno... -pensó un poco.- Nunca he ido al Bar.

Por supuesto que nunca había ido, justo había cumplido la mayoría de edad, y aún no estrenaba su reluciente credencial que demostraba tal cosa. Tampoco era de las que gustaban de bebidas alcohólicas, pero, ah, qué mas daba. Empujó el carrito de limpieza hasta una puertecilla cercana, y casi lo pateó para meterlo.

-Dejaré para después el piso. -anunció, contenta, y se puso las manos en su cadera, esperando a que Mizuki le dijera.- Oh... -parpadeó.- A menos que no quieras ir al Bar, claro. -tosió ligeramente.

Al escuchar el lugar que la muchacha había mencionado, sonrió levemente, en si el lugar tampoco lo había ido a ver y en lo personal ya hacía tiempo que quería ir pero no había ido porque no gustaba de estar en ese tipo de lugares sola. Cuando vio que la joven guardaba el carrito de limpieza se quedo de brazos cruzados, suspirando levemente.

- Claro que quiero ir, desde hace unos días que quiero ir pero no tenía con quien -. Le dedicó una hermosa sonrisa mientras se acomodaba un poco el cabello y se quitaba de la cara unos mechones de cabello.

- Si quieres cuando se acabe nuestra hora libre, te ayudo a terminar, a fin de cuentas si terminamos pronto quizas "el jefe" nos de otro rato libre y podamos hacer algo mas -.

Los ojitos de Mina brillaron por la respuesta de la kitsune. Había sido un poco impulsiva al ofrecerle la salida al bar--despues de todo, no todos gustaban de lugares como esos--pero afortunadamente Mizuki era una chica que sabía lo que quería.

-Y yo no había ido, porque no tenía excusa -le guiñó el ojo, y sacó su lengua juguetonamente. Y luego, al escuchar la proposición de la otra, dejó su expresión por una más seria, y sonrió.- Eres muy amable. Si gustas, puedes ayudarme, aunque no me gustaría que gastaras tiempo haciendo MI trabajo, -dijo, suspirando.

Sacudió su cabeza, y comenzó a caminar, volteando por sobre su hombro y sonriendo, para ver si la chica la seguía.

Spoiler:

Rodo los ojos ante el ultimo comentario de esta, al final de cuentas si no quería ayuda entonces no se la daría, pues tampoco quería ser una molestía. Terminó por seguir a la muchacha mientras se acomodaba dos mechones que habían pasado por encima de sus hombros, suspirando un leve "Hay que aprovechar el tiempo libre" antes de simplemente callar hasta llegar al bar.