Una cena con una gran dama (Priv. Sora)

Era una noche explendida, iluminada de manera maravillosa pro las luces de la luna y la misma ciudad. En tan admirable ambiente estaba yo, vestido muy elegante aunque con lso tipicos colores que me caracterizaban, acompañando a una hermosa muchacha que conoci en el hotel.
Iba serio, hasta llegar al destino, un restoran de gran calidad, o al menos eso se veia en sus anuncios, bastante espectaculares.

- Señorita Sora, aquí sera un buen lugar - le dije sonriente - sientase a gusto que invito yo.

dicho eso tome su mano y, habiendonos abrierto paso el portero, entre junto a aquella damicela a pasar, lo que podria ser, una hermosa velada.

Por un momento no le observaba mas si escuchaba al tiempo que indicaba al mesero que teniamos recervación, para luego mirarle con suma amabilidad y calma, sin decir nada pero denotandose una sonrisa en mi rostro que daba a entender que eso poco importaba.
Corto fue el tiempo entre mi pedido de una mesa y el regreso del mesero para diriguirnos a ella, en la cual el hombre, muy amable, corrió ambas sillas y nos permitio sentarnos para luego pedir nuestra orden con voz seria pero conciderablemente amable.

- Pues... Yo quiero el especial de carne con papas al horno - Respondí con mi expresión tipica - ¿Y usted damicela? - Pregunté observando con ojos tiernos a mi compañera.

Ambos pedidos fueron atendidos por el mesero quien solo se retiro, dejandonos de nuevo solos, a lo cual solo le miré con mi tipica seriedad pero luego sonreí leve para comenzar a hablar de manera elegante y sutil.

- Espero no le moleste esta invitación, es bueno cada tanto hablar con alguien - Decía eso observando sus ojos - Espero pueda disfrutar.

Lo último fue dicho con un pequeño doble sentido, digamos una indirecta, para luego observar a la ventana con tranquilidad, observando la hermosa noche y quedandome así, pensativo, sabiendo que a mi lado había una hermosa damicela, pero no era solo eso, aquella muchacha era bastante simpatica. La suerte me había sonreido de nuevo, mi estancia en este hotel no sería tan corta como pensaba.

Lanzé un leve suspiro volviendole a mirar sumamente tranquilo, esperando aun el pedido, oyendo sus palabras y sonriendo muy dulce pero breve, para luego alzar una mano y acarisiar suave su rostro, guineandole un ojo divertido.

- Estoy seguro que con usted la pasaré muy bien.

Justo ucando decía eso el joven mesero vino con los pedidos, simplemente quité la mano de su rostro y agradecí la amabilidad de quien nos atendía, volviendo a observar a la muchacha y regalandole una muy tierna sonrisa.

- Buen provecho - Mencione amable comenzando a comer.

Sonreí con mi eventual calidez para luego, dejando un poco la comida, echar un vistazo alrdedor, había bastante gente vestida de manera lujosa hablando de negocios y todo eso, mientras yo estaba allí mudo, vestido de manera elegante pero sin llegarle ni a los talones ¿Por qué me sentía incomodo? No tenía idea, pero desvie eso de mis pensamientos mirando a mi compañera de nuevo.

- Es elegante el local... Esta hotel realmente no tiene mucho que envidiarle a otros - Decía nervioso buscando tema de conversación - Digame, es actriz ¿Verdad? ¿Le trajo algun trabajo al hotel? ¿O solo el deseo de descanso?

Nuevamente mi mirada se posaba en sus ojos, había algo en ella que me parecía sumamente importante, pero dentro de mi sentía uqe capaz mi modo de ser le aburriría, ya etsaba maldiciendome a mi mismo.

Por un momento le observe fijo y algo perdido, para luego volver en mi y observar la ventana, lanzando un suave suspiro al oir su respuesta, para luego volver a poner mi vista en ella, algo más serio pero dentoando cierta tarnura en mi mirar.

- Así que escapo de su manager, esta bien - Dije con mi tipico tono - Esperemos disfrute su estancia y yo peuda hacerle olvidar los malos tratos - guiñe un ojo y terminé lo que había en mi plato - ¿Desea algo más?

La últimap regutna tenñia su doble sentido, pero era poco, siemrpe mantenía aquel respeto y amabilidad que me caracterizaba, mientras le observaba sumamente tranquilo aunque aun serio, como siempre estaba.

hize a u lado mi plato que habia terminado despues le mire sonriendo
- muchas gracias por la invitacion caballero - rio un poco
- espero poder compensarle de igual manera -
dijo mientra se recargaba en la mesa mirandole tiernamente y sonriendole - y usted como llego aqui , alguna historia en especial- dijo mientras le miraba atenta

Le observé unos segundos con mucha dulsura, escuchando sus palabras en silencio prestando la maxima atención para luego, al oir su pregunta, observar la ventana con cierta melancolia la cual luego un tiempo se trasformo en seriedad.

- Bueno ¿Qué decirle? Soy un escritor ambulante, viajo por el mundo buscando inspiración, material y calma para mis escritos - Le volví a mirar con una leve sonrisa en mis labios - No hay mucho que decir de pro que llegué aquí, solo caíentre tantos viajes.

Dicho eso diriguí mi mirada a sus ojos y me quede viendolos unos segundos, sumamente tranquilo y quizas dulce, esperando su reacción ante lo dicho anteriormente y mi actuar.

Le mire y sonrei - un escritor ambulante hmmm que interesante - dije mientras le mirada - eh conocido a mcuhos escritores en mi vida nada, especiales debo decir - le mire de nuevo - pero tu eres muy apuesto,- rei un poco- y creo que as e tener u gran don con la escritura - mire hacia la ventana soltanod un suspiro despues toque el collar que llebava puesto con la punta de mis dedos , despues volvi a dirigir mi mirada a el - y bueno por lo menos puedo decir que...usted tiene libertad de hacer lo que quiere- suspire un poco pero sin desviar mi mirada de el