Lluvia de Plumas

Seguí el beso un poco más, notando como me iba tirando al suelo, no pude evitar exitarme y llevar mi mano mas abajo de su cintura, acarisiando con picardia su trasero y jugueteando con mi lengua un poco más hasta que desprendió y me dijo aquellas palabras que me hicieron perder la razón y dejar que el deseo me tomara.

- Tomame, soy tuyo - Dije sensual, mas cuando comenzo a besar mi cuello proferi un leve suspiro de placer - Si... Sigue.

Estaba algo agitado, pero eso no evito que mis manos comenzaran a moverse por su cuerpo, acarisiando sus nalgas con ternura al tiempo que la otra iba deslizando su ropa mojada ayudado por la desnudez de sus hombros, mientras le miraba con mucho deseo y ternura, sin dejar de suspirar.

Las palabras de Sigma consiguieron arrebatarme el poco sentido del que era poseedora.

Mientras continuaba mordiendo su cuello, ahora con más fuerza que antes, delicé mis manos por su cuerpo empapado y comencé a quitarle la ropa quizás algo brúscamente.

Pasando mis manos por detrás de su espalda le obligue a inclinarse hasta estar sentado para poder quitarle la camisa con mayor facilidad, y cuando lo conseguí, aun estando sentado frente a mi me aparté ligeramente para mirarle a los ojos.

Se le notaba deseoso totalmente, igual que debía de notárseme a mi.

Llevé mis manos a su espalda de nuevo, y con fuerza volví a besarle, entrelazando nuestras lenguas de nuevo.

Al pegarme así contra él, pude notar por completo su sexo, y proferí d enuevo un sonoro gemido que lejos de avergonzarme ahora esperaba le excitase y aprenté ligeramente mi pelvis contra la suya, dándole a entender lo que deseaba mientras continuaba besándole apretándole contra mi cuerpo.

Sus besos me estaban volviendo loco, no podía resistir mi exitación mientras ella quitaba mi camisa, mas verle aquellos hermosos ojos cargados de deseo me quitaron la última pizca de razón que me quedaba.
No pudé ahcer nada más que sonreir cuando tomo mis labios de nuevo, esta vez más preparado, le correspondi con pasión y lujuria, mientras le quitaba la parte de arriba de su vestido y acarisiaba sus nalgas con más sensualidad, desprendiendo luego para observar que su cuerpo era perfecto.
Esto último me exito, agregado al gemido y no pudé evitar bajar y comenzar a besar yo su cuello intercalando entre mordidas y lamidas muy sensuales, moviendo mis manos sin control por su hermoso cuerpo.

- Mm... te.. deseo demaciado - mencione para volver a mis besos y lamidas.

Sentí como me quitaba la parte superior del vestido y se separaba de mi solo para poder observarme, haciendo que me sonrojase sobremanera.

Sus palabras me excitaron bastante, pero cuando comenzó a morder y besar mi cuello ya no sabía apenas dónde estaba.

Agarré con fuerza sus hombros, y los apreté con las uñas aunque intentando no hacerle daño, disfrutando al máximo del momento mientras sus manos recorrían todo mi cuerpo.

Mi espalda se arqueó, presa del placer, y por consiguiente mis alas se abrieron con fuerza en un acto totalmente involuntario.

Las palabras no conseguían salir de mis labios, por mucho que intentase pronunciarlas lo único que conseguí fue decir su nombre entrecortado por un sonoro gemido.

-S-Sig...ma...-dije mientras le apretaba más contra mí.

Intenté hacerme de nuevo con el control de la situación, o perdería por completo la cabeza, y me aparté ligeramente de él solo para agacharme un poco y comenzar a dar mordiscos y besos por todo su pecho, paseando mi lengua por él, y dejando que mis manos vagasen sin rumbo desde su espalda hasta sus caderas.

Suspiré por sus besos en mi pecho, notando sus manos jugando en mi cuerpo, a lo cual respondí con carisias más picaras, acarisiando suave sus pechos por arriba del sosten, mientras la otra mano bajaba y acarisiaba su cintura suavemente.

- Akeru... yo... - suspiraba y trataba de hablar - Se siente... bien... sigue...

Sin pensarlo más llevé una de mis manos a su espalda, quitando su sosten lentamente, para luego bajar con suaves carisias, al tiempo que mi otra mano seguía en sus pechos, apretandolso suavemente, sintiendome en el cielo, sin dejar de suspirar y mirarle.

Decidí cumplir sus deseos, aunque me sonrojé bastante tanto por la situación como cuando sentí que finalmente me quitaba el sostén y comenzaba a tocar mis pechos desnudos, cosa que me encantaba.

Aparté mi boca de su cuerpo desnudo, y subí de nuevo para besarle con infinita pasión y fuerza, presa de mis emociones, mientras con mis manos, en un acto reflejo que nisiquiera pensé, sujeté las suyas para que así ejerciesen más presión sobre mis pechos.

Al instante de hacerlo me sentí ciertamente abochornada, pero el beso me tenía tan absorvida que me olvidé de ese hecho por completo, y me dediqué únicamente a disfrutar del momento.

Suspiraba más por sus besos, cada vez más exitado notandose en mi entrepierna, cuendo volvio a tomar mis labios con una pasión y furias que me volvieron loco, por lo cual solo pudé seguir mis caricias más sensuales, subiendo suavemente su parte inferior del vestido dejando ver más su hermosas piernas.
Todo mientras el beso se hacía más lujurioso, ya que yo comenzaba a jugar con mi lengua sensualmente, moviendo mi cabeza para hacer aun más profundo ese contacto, sin dejar de acarisiarle y mover en circulos mis manos por sus pechos, dejandome llevar por la locura del momento, deseandola a ella sola y a que ese momento jamás terminara.
pasaron unos minutos y la falta de aire me hizo soltar un rato sus labios, a lo cual sol ole miré sus ojos y lami su nariz sonriendo exitado.

- Sos increible - bese fugaz sus labios - No quiero separarme de ti.

Volví a toamr sus labios ocn furia y pasión, quizas más que ella, acarisiando directamente sus nalgas ahora, deseando que eso no le molestara.

Sentí como correspondía a mi beso con tanta pasión como yo, y me encantó y relajó a la vez, sabiendo así que no le molestaba.

Se separó de mi ligeramente, por la notable falta de aire, y me dijo otras de esas bellas palabras que tanto amaba que dijese, y que solo consiguieron que me sonrojase más aun.

Volvió a besar mis labios con más pasión incluso que la que puso antes, y bajó sus manos hasta mis nalgas, gesto que me encantó pero que me sorprendió momentáneamente, haciendo que diese un pequeño respingo hacia delante y que de esa manera notase por su sexo al juntar nuestras pelvis que estaba completamente excitado.

Proferí un gemido de sorpresa, separándome un instante de sus labios, y volví a besarlos de nuevo con pasión, bajando mis manos poco a poco por su pecho hasta aquella zona tan íntima.

Desabroché sus pantalones con pasión mientras le besaba cada vez con más fuerza, y me dispuse a introducir mi mano en ellos... cuando pensé que quizás me estaba excediendo, por lo que símplemente dejé mi mano reposar por encima de la ropa interior que tapaba su pene, pero sin tocarlo aun, esperando alguna señal que me dijese que siguiese... o que parase si aquello no le gustaba, y estando completamente sonrojada como nunca en su vida.

Correspondió mi beso y cuando toque sus nalgas hizo aquel movimiento que roso más nuestros cuerpos, volviendome loco internamente, mas al separarse pense que había echo algo malo y me sonroje, pero mis dudas se disiparon cuando vilvo a besarme con tanta pasión.
Pudé corresponder el beso dandole, además de pasión, una pizca hermosa de amor mientras iba quitando su última parte del vestido, sumamente exitado y sonriendo por dentro, grande fue mi sorpresa cuadno quito mi cinturon y metió su man odentro de mi pantalon, a lo cual sol odesprendí y le observe sonriente.

- Sigué, haz lo que quieras, deseo esta noche disfrutemos sin detenernos - me acerqué a su oido luego - Dejate llevar por la pasión del momento mi ángel hermoso.

Dicho eso lamí el lobul ode su oreja y baje a dar besos pro su cuello, sin dejar mis carisias, ya perdido en la pasión, el deseo y, quizas, el amor.

Sentí como me quitaba el resto de las ropas, y escuché como me decía que siguiese adelante con lo que quisiese, que debíamos dejarnos llevar por la pasión.

Dejé que me besase por el cuello, y disfruté de la sensación, cuando recalqué en que ese encuentro se había convertido en algo más que simple casualidad transformada en pasión...
Comenzaba a pensar que sentía algo por aquel chico, y al fuerte, pero descartó momentaneamente esos pensamientos de su cabeza, enloquecida por los besos de Sigma.

Accediendo a sus palabras, comencé a introducir muy lentamente la mano dentro de su ropa interior, rozando así poco a poco su sexo, para después tocarlo con toda mi mano mientras bajaba su rostro para ahora ser yo la que pasaba sus labios por todo el cuello y los hombros desnudos del chico.

Comencé a mover la mano suave y delicadamente, por miedo a molestarle o a ir quizás demasiado deprisa, aunque sentía que era eso lo que deseaba, y mientras, dirigí mis besos hasta sus labios para volver a besarlos y separarme un instante de ellos para poder mirarle a los ojos de color miel.

-Quiero que disfrutes todo lo posible en éstos momentos Sigma... - es todo lo que conseguí decir, aun encontrandome totalmente sonrojada.

Y era cierto. En ese momento lo único que deseaba era hacer que el chico sintiese todo el placer posible de manos de ella, aunque le hubiese sonado estúpido el comentario, era todo lo que pensaba.

Cda beso, cada carisia, cada suspiro suyo me volvía loco poco resistir cuando su mano paso por mi erecto miembro, acarisiandomelo por arriba de mi boxer, haciendo que se exitara más, por lo cual solo pudé corresponder su beso corto y dejarme hacer.

- Akeru... me.. gusta...

Todo lo decía en un tono tranquilo y muy sensual, entrecortado por mis gemidos y suspiros, al tiempo que la mano que no estaba en su pecho pasaba a tomar algo de acción, llegando a su muslo, acarisiandolo suave, para luego presionar su entrepierna como podía, al tiempo que le sonreía, jadeando un poco más por sus besos.

- Yo disfrutare,,, mientras vos lo hagas... mm.. - dije sensual y dulce.

Noté como dirigía su mano hacia mi entrepierna, y disfruté aquello con placer suspirando entrecortadamente, y dejándome hacer.

-Me e-encanta....-fue todo lo que pude decir

Con mi mano comencé a traspasar lenta pero delicadamente su ropa interior, para llegar solo a rozar su sexo con mucha suavidad, y le mordí despacio el lóbulo de su oreja, esperando que aquello le gustase, y con mi respiración totalmente entrecortada... al igual que mi corazón, que amenazaba con salirse de mi pecho a cada momento que pasábamos juntos.

Presioné un poco más su intimdiad, suspirando de placer por lo que hacía, mientras otra mano iba y acarisiaba sus suaves y tiernos pechos, aprovechando la posición en la que estaba para lamer con cierta lujuria su cuello, apra luego vovler a besarlo como nunca.

- Mm.. Que rico se siente, ah Akeru...

No podía resistir, mi miembro ya estaba realmente exitado por sus acciones y carisias, pero quería que ella se volveria loca de deseo, por esto meti una mano en sus bragas y comence a masturbar su intimidad, con delicadeza primero y luego un poco más rápido, sin soltar su pecho y cuello.