Suite de Morrigan 13-1

Estaba en mi habitación, dando vueltas por la suite muy aburrida, ya habia pasado alrededor media hora de haber pedido el servicio especial en la recepción, habia cambiado el bikini que tenia por un unos shorts de jean muy cortos y una camisa blanca con un escote muy notable que hacia resaltar aún más mis atributos. Simple y sexy, tal y como me gustaba.
Escuché al poco tiempo el timbre sonar.

-Ese es mi botones~!-Dije alegremente para mi misma mientras caminaba gracilmente hasta la puerta de la suite, en la cual me detenia para no notar tan idiotamente alegre, tomé aire, lo boté, me relajé y abrí la puerta, sonriendole al joven frente a mi-Es un placer conocerte Kurama... Puedes pasar~-Le dediqué una sonrisa algo juguetona mientras hacia paso al chico para que pasara-Mi nombres es Morrigan, pero puedes llamarme como desees~

No pude evitar reir con suavidad al ver la reacción del chico, realmente me agradaba, además de que era muy adorable. Le mostré en silencio el cartel de "No molestar" el cual colocaba en la manilla de la puerta mientras sonreia muy juguetonamente, por ahora no tenia pensado hacerle nada, simplemente me divertia ver sus reacciones, cerré la puerta y caminé hacia él.

-Dime Kurama... ¿que te hizo venir a este hotel~?-Pregunté con serenidad mientras el indice de mi diestra se deslizaba por la espalda de él, volví a reír y caminé hasta el bar que tenia la suite.-¿Deseas tomar algo?-Mi mirada se fijó en algunas botellas que habia pedido con anterioridad, quizás eran muchas, pero me gustaba mucho que fuese así.

Lentamente tomé una de las botellas de vino, lo vi por un momento, era un vino caro, y muy bueno, me gustaba mucho el vino, era tan elegante como, obvio, yo~.
Tome una copa de el copero, la coloque en uno de los mesones frente a mi, destapé el vino y eche un poco de este en la copa. Tomé la copa y bebí un poco del vino, era una total y completa delicia.
De un momento a otro volví a dirigir mi atención en el joven gato, le sonreír con suavidad y caminé hacia el.

-Que interesante... se ve que te esfuerzas hehe~-Susurré estando a espaldas de el, deslicé nuevamente uno de mis dedos en su espalda y fuí a sentarme en un sillón que estaba en medio de la suite-Ven... no te quedes allí pequeño, esta es tu habitación ahora~-Decia sonriendo ampliamente.

Adoraba ver todas y cada una de sus reacciones, realmente era muy adorable, tal y como queria.
Mi mirada bajaba y subia, estaba observando y analizando cada detalle del chico, me levanté del sillón y deje la copa sobre la mesa, caminé hacia el y me detuve solo a unos pocos centimetros de el.

-¿Sabes? Realmente eres muy lindo~-Susurré juguetonamente mientras mi diestra se posaba en la mejilla izquierda de el, acariciandola con suavidad, me acerqué tanto a el que podía sentir su respiración y mi cuerpo casi rozaba el suyo... No pude evitar reír suavemente. Era tan encantador.

Lo observé retroceder, así que extendí mis alas mis alas con suavidad hasta la espalda del chico, para que no pudiese retroceder más. Acerqué el indice de mi diestra tanto a el que podía acariciar su nariz, la rocé suavemente y luego bajé mi dedo hasta el pecho del chico.

-¿Ocurre algo?-Le mencioné sin dejar de sonreír de aquella forma tan juguetona, era muy lindo ver como actuaba de esa forma tan timida.- Acaso... ¿Te da verguenza estar aqui conmigo?-Susurré mientras caminaba los pasos que el habia retrocedido con anterioridad mientras jugaba un poco con unos mechones de mis cabellos.- No debes sentir venguenza... yo no muerdo... al menos no mucho~

Al poco tiempo no pude evitar carcajearme mientras mis alas volvian a su posición normal a los lados de mi espalda, le sonreí y comencé a caminar alejandome de el nuevamente hacia el sillón, me senté comodamente allí cruzando mis piernas mientras me inclinaba para tomar la copa llena con vino.

-Vaya... tu rostro está muy rojo...~ -Decia mientras lo observaba de arriba a abajo, tomando al poco tiempo un pequeño sorbo al vino, el cual saboreé antes de tragarlo.

-Eres muy lindo ¿sabias?... eres tan uke~-Mi voz cada vez bajaba hasta llegar a ser suaves susurros, me sentía muy relajada y tener a Kurama a mi lado era muy divertido.