Paseo en buena compañía [Julian]

Sonreía abrazada a él mientras que aún seguía sonrojada, el tiempo para mí se había detenido en ese abrazo y lo cierto es que no me importaba, me sobresalté cuando un muchacho hizo aparición sin aviso, simplemente nos comenzó a hablar.
Yo en silencio, escuchaba al chico mientras de vez en cuando miraba a Julian con una mirada dubitativa y asustada, notaba como este estaba tenso. Cuando volví mi mirada hacia el chico el cual seguía hablando me entró el pánico, su mirada fija en mí solo seguía el curso de sus palabras.

-¿bocadillo?

¿Unos vampiros se comían a otros? Nunca había oído tal cosa y lo cierto es que tampoco quería ser comida, y menos por aquel tipo. Julian se levantó poniéndose delante de mí, interponiéndose entre ambos.

-Julian-kun, ¿lo conoces?

Estaba nerviosa, ya de pie y con una mano donde el pecho, también estaba algo asustada, una persona no puede venir a asustar a la gente de ese modo.

Tragué saliva, Julian me protegía pero ese chico me daba tan mala espina que me estaba poniendo demasiado nerviosa.

-pues debería poner un cartel en la entrada que lo especifique…

Dije frunciendo el ceño mirándolo con mala cara, ese chico rubio me hacía comportarme como mi hermana, algo brusca y como si estuviera molesta, pero luego se me pasó de nuevo volviendo a tener miedo, mis ataques de valor se iban demasiado pronto.
El chico rodeaba a Julian y seguía su camino hacia mí.

-Pu…pues claro que debería… y si tiene hambre…podría ir al hotel a que le dieran comida…

Vi con horror como dejaba ver sus colmillos, me subí a donde antes estaba sentada mirándolo entre horrorizada y molesta.

-¿pan cima es un espía? Es de muy mala educación hacer eso… y no sabe cuanta guerra puedo llegar a dar...

No le quitaba la vista de encima y miraba a Julian fugazmente suplicante para que me ayudase, él parecía haberse quedado en shock, pero yo tampoco sabía qué hacer, no me gustaban las peleas pero tampoco quería morir aquí.

Contuve la respiración cuando arremetió contra mí, Julian me protegió tirándolo hacia un banco de mármol consigo mismo, me tapé la cabeza algo asustada mientras las aves volaban acongojadas por su despertar. Miré hacia Julian cuando me llamo pero el chico ese le golpeó mandándolo lejos.
¿Sabe lo que busca?... no o entendía, volvió a saltar contra mí y Julian apareció en medio, con cara de horror mire a mi acompañante medio llorando.

-Ju…Julian-kun…

Iba a hacer lo que me decía, incluso me di la vuelta para empezar a correr, pero… no podía dejarlo a solas, no quería que lo matase aquel monstruo.

-¡No!

Me giré con cara enfadada mientras corría hacia mí antes atacante.

-No volverás a poner tus sucias garras sobre Julian ¿quieres intentar matarme?, adelante.

Cogí un frasco que tenía al cuello, un pequeño frasco de cristal, con forma de ataúd y pequeñas mariposas adornándolo ¿Qué contenía?, abrí el tapón y esparcí su contenido sobre el rostro del enemigo, no tuve suficiente cuidado, varias gotas cayeron sobre mi mano descubierta quemándome, así era, agua vendita.

-no siempre los vampiros tienen armas de vampiros… jej..

Me dolía mucho la mano aunque seguía aferrando el tarro, El agua vendita funcionaba bien, ¿Qué le habría sucedido al enemigo?


Off: como al enemigo lo llevas tu, tú decides lo que ocurre con él n.n

Miré a Julian con cara triste, no quería que lo dañase más, no me gustaba verle herido. Me riñó un poco alegando que eso era peligroso para mí, tenía razón pero igualmente no quería dejarle.

-tu… no tienes la culpa…

Dije mirando mis dedos índices, preocupada, sonrojada y algo triste, al oír su susurro me puse más algo más colorada.

-me… me lo prometes?...

Alcé la vista hasta sus ojos mirándolo aun con un deje de preocupación, yo tampoco quería perderle, por suerte sus heridas ya estaban cicatrizando. Me tomó por sorpresa aquel beso fugaz que me hizo enrojecer completamente, no pude disfrutarlo todo lo que hubiera querido pero estaba segura de que si hubiera sido humana, mi corazón hubiera salido volando de mi cuerpo.
Se giró y volvió a arremeter contra el chico “herido” gracias a mi “espray anti vampiros malos”, me di la vuelta y miré hacia donde había desaparecido él.

-te… te estaré esperando…

Seguía roja como un tomate y mi mirada, denotaba preocupación pero me di la vuelta y salí corriendo hacia el hotel rápidamente, sin mirar hacia atrás, sabía que si lo hacía yo volvería y seria todo mucho más complicado.