Escritos... escalpelos... palabras...

Las clases por fin habían terminado, vaya que dar clases de biología podía ser tedioso en una escuela cerca de un hotel... me sali del aula al sonar la campana y fui muy amable al dejjar la pizzarra llena de tareas y deberes para la próxima clase que por suerte era el día siguiente... o sea mañana~ *risita* Volvía entre los pasillos que dabaj al jardín con aquellas columnas hermosamente talladas y salí al jardín para darme cuenta de que había una incómoda soledad.

-Oh bueno me pondré a leer un rato- dije sin darme cuenta de que empezaría a llover pronto.

DE un segundo a otro, de la página 4 a la 56 me di cuenta de que habían ciertas realidades, como que la luna no podría ser de queso debido a que nunca se había ido realmente a la luna sino hasta hace poco y que las muestras tomadas se encogienron al carbonizarse por al diferencia de gravedades, o que el verdadero dios era la tierra misma cuando vi una extraña especie de pájaro blanco con cresta amarilla y alas extremadamente inusuales, me había emocionada y con esa típica sonrisa sínica que tanto me describía saqué el escalpelo y empecé a subir el árbol donde aquel bello espécimen se encontraba.

-Ya casi te tengo~- terminé con una verdadera cara de menso

Pasé por la academia para recoger más datos para mi libro, ya que allí debía haber siempre una gran ebullición de jóvenes correteando como locos... en plena adolescencia.

Me impresionó ver la cantidad de lo que parecían "razas" distintas había en ese lugar... no me dio tiempo a contarlas todas, pero pude ver algunos chicos con orejas como de gato y otros que se asemejaban más a los zorros.
Me alarmé ligeramente al ver algo tan extraño, cuando recalqué en el hecho de que yo misma no era demasiado normal.

En mi ensimismamiento vi como una extraña figura se encontraba escalando un árbol, escalpelo en mano, y dirección a un pájaro bastante extraño que había posado en una rama.

Yo era una persona seria que no acostumbraba a meterse en los problemas de los demás, pero ese pájaro parecía ciertamente indefenso, y mi naturaleza de ángel me hacía sentir una amabilidad lo suficiéntemente fuerte por él, por lo que extendiendo mis alas y volando en su dirección le atrapé entre las manos y le dejé volar en dirección contraria a aquel extraño.

-Siento haberte interrumpido -le dije girándome hacia aquella persona - pero me temo que no puedo dejar que mates a esa criatura estando yo delante

Aquella hermosa ave estaba tan cerca de mis manos... casi podía sentir sus plumas entre mis dedos hasta que los deseos de descubrimiento se vieron interrumpidos, violados y desquebrajados por la ausencia repentina de la presencia de lo que me había intrigado tanto, cuando volteé una hermosa jovencita dejaba libre a aquella ave. Sin darme cuenta que de un momento a otro me encontré con el piso.

-Mi experimeto!- dije apoyado de mi propio cuello en el suelo, entonces escuché la vos de la jovencita -¿Lo sientes?- dije arqueando una ceja recargandome del árbol para retomar mi posición en dos piernas -Pues es una lástima, se veía un ave tan interesante...- continué dando vuelta al enorme tornillo que atravezaba mi cabeza -Mis disculpas hermosa jovencita... me Llamo Frank Stein... y como viste trataba de disecar ese pájaro...- sonreí al final.

Me incline un poco a tomar su mano para besarla, me volvi a desencorbar y puse mis manos dentro de mis bolsillos

El extraño aun me pareció más "extraño" cuando pude verle frente a mi. Me resultaba tan... extravagante quizás con aquel aspecto, y no supe qué pensar de él en un principio.

Una vez en el suelo me cogió la mano y la besó, presentándose.

Me parecía una persona ciertamente curiosa y algo rara, aunque quién era yo para juzgar así a la gente y llamarla así cuándo unas alas brotaban de mi espalda.

Le miré y esbocé una fina sonrisa, de simple educación, y me presenté.

- Soy Hikari Akeru, y he venido aquí para recabar información para un libro que pretendo escribir-Inspeccionándolo un poco más cuidadosa mente parecía obvio que no se trataba de un estudiante de ese centro, quizás mi suerte me hubiese traído ante el padre de un alumno, un profesor o quién sabe... Ante el mismo director del lugar. Decidí aclarar mis dudas y preguntar los más obvio y a la vez simple, al recalcar en la palabra "experimento" que acababa de mencionar -¿Es profesor en la academia, o quizás algún tipo de investigador?

Cuando solté su mano me dediqué a sacudir mi pobre bata que pronto le gustase o no la tendría que lavar, me distrage un poco pensando como atrapar esa ave sin que la jovencita se enojara conmigo y luego añadirlo a mi colección me dediqué a dar vuelta a mi tornillo cuando mencionó su nombre, sonreí de la manera más antural posible y seguí escuchando en lo que me daba cuenta de que miq uerido escalpelo se me había clavado en la pierna, cosa que realmente me resbaló porque me di cuenta cuando estaba a punto de desmayarme por la sangre perdida.

-Akeru-san soy un porfesor de esta academia, me rigo en la cátedra de bilogía, ciencias de la tierra y el manejo de las armas humanas- dije de lo más sereno- justamente acababa de salir de una clase para dirigirme al hospital ya que mi servicio de los viernes comienza a las 6... cuando me encontré con esa bella ave...- vivagué recordando el coñazo de la caida -Ejem... dice usted que es escritora? me pregunto si habré sido afortunado en haber leido alguno de sus artículos... ¿Qué escribe exactamente?