Bueno.. etto... esto es algo que escribí, la verdad, me di cuenta que una pelea con tus padres, por más dolorosa que pueda ser te inspira y enseña mucho desu nya u0ú
E-espero que les guste ^////^
Cap. 1.- Las espinas del Rosal… son más hermosas que la Rosa
Aunque la noche había comenzado lluviosa, nada me había impedido querer salir a ver la belleza tan escondida de las espinas de los rosales... bajo aquellas lágrimas me encontraba... con un vestido negro... el que siempre usaba... mi cabello se pegaba lentamente a mi cuello, mojado por las lágrimas... la ropa se pegaba a mi cuerpo con lentitud... lleno de humedad... el paraguas ya no era lo mismo... ¿Porqué no podía cubrirme con el paraguas...?
Él era cristalino... y tenía hermosas rosas de juguete en cada punta... él era hermoso... y fiel... no permitía que me mojara la lluvia ni que me quemara el sol ¿Qué le habrá pasado a mi paraguas?
Me agaché y busqué entre las rosas una pequeña caja de plata... la había perdido, y era un importante tesoro para mi... "¿Donde podrá estar mi caja? ¡Oh! ¿Donde podrá estar mi pequeña cajita?"
Me agaché un poco más y comencé a escavar la tierra, mis manos se sentía cansadas, y mis lágrimas ya no se podían distinguir de las otras…
Solíamos hablar más bien poco… no me decía nuca cómo se sentía por no querer preocuparme, o a enojarse por temer que yo llorase… "¿Donde podrá estar mi caja? ¡Oh! ¿Donde podrá estar mi pequeña cajita?"
-¡My Lady! ¡¿Pero qué está haciendo?! ¡My Lady!
No soportaba que me gritasen, y menos cuando buscaba mi pequeña cajita, él de nuevo, ella otra vez… todos regresaban a mí, menos quienes yo quería, a todos los tenía, menos a quienes yo quería… seré idiota, pues entonces no los habré tenido a todos…
Otra vez los gritos, otra vez los regaños, de nuevo los golpes, se repiten los llantos. Todo era repetitivo y desquiciado, era como un círculo vicioso que nos atrapaba… De nuevo estaba encerrada, entre paredes y ventanas de cristal, esta vez no podía sentir el aire pero podía sentir mis lágrimas… sentada entre el vacío y las ventanas veía como las rosas se movían a la par que eran golpeadas por las gotas de lluvia y las que caían presas en mi ventanas eran perseguidas por mis dedos… "¿Donde podrá estar mi caja? ¡Oh! ¿Donde podrá estar mi pequeña cajita?"
Pensaba en cómo haría sin leer sus palabras, me preguntaba como podría decirle mis sentimientos sin siquiera saber los suyos… tomé entre mis brazos una pequeña muñeca victoriana que él me había regalado y la abracé con todas mis fuerzas…
-Sebastian… mi querido Sebastian…
Olvidé en un segundo todo lo malo, sonreí poco después de recordar su nombre, la muñeca era tan hermosa, sus ojos eran del color de los suyos… y sus labios… ¿Cómo podría comparara esos labios tan perfectos con los de una muñeca? Sonreí ante mi extraño pensamiento y entró en mi un aire de satisfacción mientras la miraba y miré de nuevo la lluvia… mi ventana de cristal estaba llena de niebla… eso era tan hermoso… dibujé en ella un mal intento de su rostro y entre suspiros y sonrojos besé “su frente” bajé hasta “su naíz” y terminé en “sus labios”
Mi Sebastian… mi querido Sebastian. Él me gusta. Gustar… ¿Qué es gustar? ¿Qué pasa luego de que te gusta una persona?...
Tocaron indiscretamente la puerta de mi habitación; aunque me gustaba tanto esa estúpida puerta barroca sonaba como el demonio; primer toque, no tenía ganas de contestar; segundo, me quedaría allí para siempre; tercer toque, me comenzaba a desesperar.
-Si quieres pasar solo debes hacerlo… - dije sin ningún tipo de tono o expresión especial
-Dispénseme My Lady- respondió un anciano entrando en la habitación –Es hora de la cena y sus padres desearían compartirla con usted en el comedor.
Miré al cielo subiendo mi cabeza y luego la baje a la altura del reflejo… “Detesto comer fuera de mi habitación” fue mi única entonación y le pedí que se fuera.
La verdad si algo odiaba, era el cenar con mis padres, ellos no eran muy amables o conversadores ¿Para qué querría comer acompañada e ignorada cuando podría ya comer sola y disfrutar?
La puerta se había cerrado y de nuevo el silencio aturdió mis oídos. Ordené con muy poco interés unas golosinas por el teléfono y algo de cocoa caliente para pasar ese mal sabor.
Pude sonreír al recibirlos, y volver al anterior estado al terminarlos, entonces decidí que a media noche me escabulliría para coger más de la cocina.
Suena el teléfono, y que fastidio tener que oírlo, contesté y era ella otra vez. ¿Qué es tan difícil entender que no me gustaba cenar con ellos? Baje sin opción y terminé comiendo asado de calamares con tostadas, sopa de caracoles; la cual odiaba; y pastel de moras.
-Cathy… ¿Por qué saliste esta tarde a mojarte en la lluvia? ¿Qué no sabes que te podrías enfermar?- preguntó seria la mujer de rulos oscuros mientras comía serena
-…-continué comiendo sin decir nada
-Neko tu madre te está hablando- regañó el hombre vestido elegantemente
-Se muy bien que me está hablando, no soy sorda… lo único que pasa es que no deseo contestar…- terminé tomando un bocado del pastel.
-¿Cómo te atreves a hablarle así a tu padre? Sube a tu habitación sin cenar y no saldrás hasta que tengas permiso- dijo casi gritando.
-Lo haré con gusto- contesté levantándome serenamente de mi asiento –De todos modos seria como un día más- terminé saliendo.
Es increíble cuanto se disfruta siendo tratado así, soy una completa estúpida y eso es algo que hasta yo puedo ver. ¿Por qué bajé si sabía que pelearíamos? ¿Por qué contesté si sabía que me castigarían? Porque no teníamos nada mejor que hacer, porque no sería algo diferente de ayer ni mañana.
De nuevo estaba entre esas cuatro paredes, aburrida y sin motivación, tomé mi muñeca y me recosté de nuevo en la cama, esta vez con una sonrisa sobre mi rostro, no la veía pero podía sentirla. Me paré de nuevo y tomé mi cuaderno y un lápiz y comencé a dibujar.
E-esto es todo por ahora keddo.. s-solo si les gusta lo continuaré desu nya~ u//0//ú