Descanzando un momento

pocos momentos se le permitían libres, pero prefirió salir un momento durante su breve descanso antes de que le llamaran de nuevo a trabajar...
en esa área generalmente los huéspedes no solían pasear a menudo de noche así que no había mucho problema de relajarse sin preocuparse.
no es que le desagradaran los otros empleados del lugar, simplemente prefería mantenerse al margen de cualquier asunto... no le agradaban demasiado las complicaciones...

se recargo en uno de los muros cerrando los ojos para poder ordenar sus pensamientos un momento, cruzando los dedos frente a su pecho.

hoy esta demasiado silenciosa la noche...

Caminé a grandes zancadas elevando un poco las puntas de mis pies al momento de pasar, en mi hombro traía colgada una tolla con la bandera americana estampada. Tarareé una canción cualquiera. Era conciente de que la noche había caído ya, lo cual probablemente signficiaba que no habría ningún huesped andando por aquí. No me molesto, por momentos quería disfrutar la tranquilidad de un buen chapuzón junto con mi soledad. Para meditar un poco.

Al entrar a donde se supone que estaba la piscina, caí en la cuenta de que no estaba encontraba solo, alguien más había en el lugar. Formé una gran sonrisa amigable y levante una de mis manos agitandola en el aire a modo de saludo.

- ¡Hola! -grité con mi caracteriztica voz chillona, acercandome al sujeto.

abrió un ojo para ver quien era quien se acercaba, podía escuchar sus pasos cerca...
pudo divisar a un joven rubio de piel blanca, conocía a sus compañeros, y el no era uno de ellos, lo que ciertamente lo situaba como un huésped...
al escuchar el saludo se puso de pie correctamente he hizo una suave reverencia-

buenas noches caballero... puedo servirle en algo?

Terminé por acercarme a él notando que era pelinegro y su piel era entre blanquecina pero con un toque morena, tal vez era aperlada. Extendí mi mano hacia el joven, quien me hizo una reverencia.

- No gracias, por el momento no deseo nada -respondí con mi gran sonrisa aún adornando mi rostro- Alfred Jones -me presenté.-

Pensandolo bien, me había presentado ya ante muchas personas desde que llegué aquí, ya se estaba combirtiendo en parte de mi hacer eso de ir, saludar y decir mi nombre.

se mantuvo en aquella posición con una ligera inclinación.

sasuke caballero... un placer servirle...

regreso a su pose de servicio anterior, mirando interesado al joven, puesto que sus ropas parecían algo... fuera de lugar para la zona.

esta perdido?.... supongo se dirigía a la zona de la piscina no es así?

Me encongí de hombros ante la observación del pelinegro, miré a ambos lados. Esto era un jardín... ugh, que vergüenza.

- Ehh.. si.. a la piscina -reí nerviosamente, para después calmarme y rascar mi nuca- ¿porque no vienes conmigo? -propuse, pensando en la posibilidad de que el chico tal vez si supiera donde se encontraba la psicina, después de todo era un empleado y los empleados saben donde están ubicados todos los diferentes lugares del hotel, ¿no?

sera un placer para mi escoltarle

volvió a hacer una reverencia, y avanzo frente al joven indicándole el camino, entrando por una de las puertas que daban hacia los pasillos

el lugar es grande... es común para los huéspedes perderse entre algunos de los pasillos.

camino guiandole hasta uno de los pasillos del otro lado del hotel y abriendo una de las amplias puertas de cristal dejando ver la amplia estancia exterior, iluminada por los faros..

en el hotel siempre hay luz en cualquiera de las áreas para su comodidad...

Le seguí el paso, escuchando con atención sus palabras. En verdad me pareció que aquel chico era uno de los mejores empleados, ya que no todos se tomaban la molestia de hablar sobre el hotel de esa manera, simplemente te atendían y ya.

— Si.. sin las luces yo creo que estaría más que perdido de lo que ya estaba... —admití— ¡pero como hero que soy, hubiera encontrado una salida! —me apresuré a decir para ocultar el comentario anterior, sacando así a flote mi típico ego.— y dime, Sasuke... —caminé pasando las puertas de cristal que el pelinegro había abierto anteriormente— ¿desde cuando trabajas aquí?

ya que el joven rubio había planteado conversación,
le siguió los pasos un poco atrás continuando con dicha platica.

en realidad tengo pocos días aquí... pero me resulta un lugar agradable...

tomo una de las sillas de jardín ofreciéndole el asiento para que no permaneciera de pie todo el tiempo.

aunque algunas veces es algo ruidoso, suele ser agradable.

Me senté en el lugar que me ofrecieron, asintiendo de vez en cuando por cada oración dicha por el pelinegro.

—Yo tampoco tengo mucho de estar aquí.. y en verdad que si es agradable —concordé— ¿tu familia vino contigo? —ladeé un poco la cabeza.

En cierto modo la presencia de ese chico no me parecía normal, por no decir otra cosa. No tenía pinta de ser un humano, tal vez el era algo más.

en realidad es un lugar bastante calmando, para la cantidad de seres que lo habita.

sonrió levemente de lado quedándose de pie en un lugar cercano para
continuar la charla...

en realidad, no tengo familia....

suspiro levemente mirando hacia el cielo oscuro.

o quizá si... en realidad es difícil saberlo... desconozco esa respuesta...