Fumando entre las tumbas

Había salido por la ventana de su habitación para no llamar la atencion de los demas inquilinos, la verdad es que le apetecia dar un paseo, pero como era obvio quería ir a un sitio que a los demas les pareceria "inusual". No tuvo que corer mucho para llegar al cementerio, con elegancia salto la verja del lugar y entro comenzando a deambular por entre las tumbas.
Acaricio una de ellas con sus dedos llevandose algo de polvo en ellos, ¿Donde estarian sus padres? ¿Los habrían almenos enterrado cuando se los llevaron a ellos? Era algo que jamas sabría, tendría que vivir atormentado por ello, pues en verdad los queria a pesar de todo y de los estrictos que eran con él.
Se sento en la escalinata de un hermoso mausoleo que le parecio algo olvidado pero no por ello menos majestuoso, tomo un cigarro y lo encendio, lo bueno de su condicion era que no debia temer al cancer por fumar.

-Esto es muy tranquilo... no se por que a los mortales les da miedo - pensandolo por unos momentos - Seguramente por que ellos aun pueden ver a los espiritus...

Después de haber terminado mi turno de cocinera no había hecho nada así que decidí ir al cementerio, no era muy común que yo fuera a visitar esos lugares siendo un ángel, pero en algúnos libros que he leído sobre la mitología de los ángeles; dice que cuando un ángel va a un cementerio puede purificar aquellas almas que no han podido descansar en paz. No sabía si era verdad o mentira, pero al menos tenía que intentarlo.

Al llegar al cementerio no note la presencia de nadie así que decidí entrar vagando por las tumbas esperando a que las palabras del libro vinieran a mi mente para luego pronunciarlas y hacer el intento.

Después de un rato y recordar aquellas palabras la pronuncie y mis ojos se tornaron un color claro y profundo; mis ojos se había dilatado, me quede para ahí mientras que yo en mis adentros podía ver aquellas almas desoladas y tristes. Las almas se rodearon por un tono brillante azul.

Un dolor intenso se apodero de mi espalda soltando un pequeño gemido, haciendo que unas blancas y grandes alas salieran detrás de mi provocando que me arrodillara y con mis manos tocara fuertemente mi espalda.

Se levanto sobresaltado por una repentina oleada de fuerza por algo que le parecio demasiado puro, sigiloso se acerco hasta donde estaba el nucleo de energia, vio un casi encegecedor brillo azul y en el centro de este una criatura, uso sus sentidos tratando de descifrar que era hasta que la idea le llego como una flecha.

-Aun angel... - por instinto se alejo un tanto y más al ver las alas que brotaban de su espalda, se sento sobre una de las tumbas tratando de mosrar indiferencia.

-Tratando de ayudar a las almas perdidas? - dijo sonriendo sarcastico.

El dolor fue disminuyendo poco poco hasta llegar a acostumbrarme al dolor, empecé a purificar las almas como el libro lo había predicho, pude sentir el alma de un vampiro cerca de mi, al parecer había visto como yo purificaba las almas, el vampiro se encontraba cerca de mi, y al parecer me hablaba con una voz engreída haciéndose saber que el era superior a mi o algo al parecido.

= Si, espero que no le moleste al vampiro que también purifique la suya.. o no.=

Le respondí intencionalmente, ya que si yo fuera en realidad correría en círculos asustada por saber si ese chupa sangre me mataría en algún momento, pero no fue así lo enfrente cara a cara.

El joven se paso un dedo por los labios algo molesto por la insinuacion de la creatura, se paro por completo sobre la lapida rompiendola de una patada - Crees que me asusta tu poder? - la miro ya a la misma altura pues la lapida se había roto por completo -Debes comprender que he visto a cientos como tu, con "mejores" y "peores" intenciones... como podras notar no han podido conmigo - camino al rededor de ella mirandola como si fuera un simple mortal - Por que querrias purificarme... - riendo - Más bien, por que querria ser purificado

Me quedé atónita interiormente por las palabras de aquel chico, nunca me había imaginado algo así, entonces podía suponer que como aquel ser era mortal en cierto modo podría haber sido su poder la causa de la muerte de mis padres, lo pensé dos minutos y imágenes de mi niñees vinieron a mi mente cuanto yo estaba sola, sin ninguna compañía a mi lado, todo eso hizo que pensara que si hubiera sido más fuerte podrían haber sobrevivido ellos y esta infeliz vida se habría esfumado.

Lo mire a los ojos, pero había un defecto en mi, mis ojos se tornaron color rojo con negro algo nadie antes podía ver presenciado en un ángel, mis ojos se llenaban de lagrimas de sangre, y de mi mano apareció una gran espada con un gran filo en ella.

-Estará bien si muero en el intento, así ya no seguiría estando sola....- Dije esas ultimas palabras para luego correr hasta mi oponente y empezar a luchar con la espada hábilmente como nunca lo había echo hasta ahora.

Con la agilidad propia de los inmortales esquivo con cierta facilidad los ataques del angel, que parecia haber perdido su serenidad más pronto delo que se habría imaginado el moreno.

-Parece una buena espada - dijo esquivando por milimetros un golpe asestado por la chica - pero creo que con esa espada más que purificarme deseas matarme pequeño angel.

Se paso en la cima de un mausoleo mirando a la joven inesperadamente sonriente como si no le estuviesen atacando - Por que de repente tanta ira, pequeña?