Perdida para llegar a mi habitación...

Después de haber tenido y haber ido a recepción, me dieron un cuarto para descansar, ya que mañana sería cuando empezara a trabajar como cocinera, sería agotador pero tal vez por un tiempo tendría que trabajar un tiempo.
Subí algunos escalones hasta encontrarme con infinitos pasillos, tome mis maletas y empecé a caminar sin rumbo esperando poder encontrar mi cuarto, no era muy buena buscando así que tardaría.
Los rayos del sol se pudieron ver en una ventana que se estaban hiendo, desde hace un buen tiempo estuve buscando mi habitación sin encontrarla .
-Creo que tendré que quedarme aquí por un buen rato....-
Suspiré para luego sentarme en la alfombra de los pasillos y poner mis maletas a un lado mio recostando mi cabeza en una de ellas.

Como siempre caminaba por el lugar, recorriendo aquel pasillo tranquilo, con una de mis manos puestas sobre el pomo de mi espada y aquella expresión seria pero amable que me caracterizaba. Había sido un largo día, pero no estaba cansado, más bien andaba aburrido y con ganas de encontrar algo que me inspirara.
En ese momento de pensar y busqueda me topé con aquella muchacha, que parecía perdida, me acerque a ella con paso elegante para ofrecer mi ayuda.

- Disculpeme, señorita, ¿Necesita que la ayude en algun modo? - Hable sumamente tranquilo, pero denotando elegancia, observandole algo serio, pero no con mala intención, esperando su respuesta.


(Fuera de rol: Espero no te halla molestado que conteste, si es así, te debo mis disculpas)

Al notar que alguien me hablaba voltee mi cabeza y pude ver a un muchacho pelirrojo parado frente a mi ofreciendo cortésmente su ayuda. Restregué mis ojos, ya que era muy noche y no había podido dormir nada.

Me pare del suelo para luego limpiar un poco mi vestuario y contestar a su pregunta.

-Estaria muy agradecida si pudiera ayudarme a encontrar mi habitación.

Juguete con mis dedos un momento ya que era muy vergonzoso perdente en un hotel.

Le observe con expresión tranquila y asentí levemente a su propuesta, sujetando una de sus maletas para llevarla, huesped o no, no me gustaba dejar que otro haga todo el trabajo, quizas lo halla sacado de mi antiguo "trabajo" pero así era.

- Si me dice el numero podre guiarla - Hablé sumamente respetuoso, mirandole a sus ojos - Y lamento mis modales, soy Sigma Le gure, un placer conocerle.

Dicho eso, comencé a caminar, haciendo una seña con mi cabeza para que me siguiera, era tarde y prefería apurarme, por razones más que obvias, si bien no era cansancio, si era deseos de encerrarme y escribir.

Lo examine un momento para leugo contestar a sus preguntas.
Lo medite un poco y ya que estaba muy confundida no podía recordar cual era mi habitación, me puse nerviosa y empecé a buscar entre mi bolso un papel donde anotaba cualquier cosa importante para no olvidarla.
-Bueno... mi habitación es la 405. Mucho gusto Sigma soy; Sora Rukuzawa, y has de saber que soy nueva en el hotel.-
Le dijo al chico mientras los perseguía para llegar.

Caminando pensativo, buscando en mi mente donde estaba dicha habitación, escuchando su presentación, aminoré mi paso para que pudiera alcanzarme, una vez estaba a mi lado le diriguí una sonrisa tranquila, que apenas duro segundos, y hablé...

- Ya veo... Su habitación no esta muy lejos- Le dije señalando al frente - Es por allí... tiene que doblar en la primer esquina, pero si gusta le acompañe no habra problema.

Todo eso lo decía sumamente tranquilo y amable, en voz baja pero audible, mirandole con una expresión tierna y despreocupada.