Esto es un cita?

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Estaba ya luego de un buen rato esperando a que ese orgulloso chico de cabello azulado llegara, me mantenía de pie en la entrada cerca de donde las molestas ventas de globos dejaban pasear a cualquier niño aparatoso en frente de mi, pensé que algo de comer no me haría daño y atraje a una chica bastante ehrmosa, por añadidura a un rincón.

Un grito sordo se evitó por mi mano al entrgar su cuello a mis colmillos insensatos, a la medida que caía al suelo por falta de energías yo la dejaba caer gracilmente en el suelo donde las ratas se acercaron poco despues a darse el festin de sus miserables vidas.

Ya eran las 3 y el parque estaba por abrir y si el llegaba a no estar allí en verdad tedría motivos para tenerme miedo.

-¿Donde demonios se ha metido?- pensé para mis adentros envitando dar un grito ensordecedor lleno de ira

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-Observando el reloj de mi brazo diestro, bostezando muy levemente. Con un traje "común" de un chico "normal", como le gustaba más vestirse. Metiendo las manos dentro de los bolsillos del pantalón. A paso ligero, llegando hasta el parque de atracciones observando atentamente el lugar y las personas en ella, mostrando una leve sonrisa al observar los grandes juegos que se divisaban.-

Aun que sea, salí del café un que ahora, tengo que encontrarme con ese chico un tanto berrinchudo.

-Caminando para acercarse a la entrada de este, observando a dicho "chico berrinchudo" que le habia pedido verse en este parque. Sin mostrarle un rostro de "preocupación" o "apuro" parandose frente a él observando a todos "los niños" con sus globos, anciosos por entrar.-

¡Ah! ¿Estabas por aqui?

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Dejaba caer un hilito de sangre de mis labios cuando esuché una voz que me hablaba, era Yuki, había llegado algo tarde y eso me sacaba de quicio, en Inglaterra la puntualidad era algo de cuidado y sinceramente el esperar era algo que detestaba.

-Llegas tarde ¿Tienes idea de la hora que es?- le dije en tono de regaño tomándole por el brazo -Ya casi abren el parque

Le jalé de la mano y le llevé conmigo por fin poniéndole a mi lado a la hora de comprar la sentradas. Ya con ellas entramos y fui por una bebida, al juntarme con él que aprecía avergonzado, cosa que realmente me gustaba, le di el susodicho y le hable en un tono burlón

-Parece que te has vestido como quiciste jaja- reí revolviendo sus cabellos - Y bien... a dónde quieres ir primero?

Sabía que él sería mi botones y todo eso, pero por ahora quería enmendar la gracia de nuestro encuentro, esperaba que pronto tanto Ayase como Yuki pudiesen pasar u día como ese conmigo. Yo realmente odiaba el sol, pero no podría obligarles a permanecer conmigo todo el tiempo de noche, aunque relamente si podía, no quería hacerlo.

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-Observando el lugar pasando la vista hasta "una rueda de la fortuna" un tanto grande como a él le gustaban, ya que le gusta admirar el entorno. Tomando entre los labios la pajilla del vaso con refresco sorbiendo un poco. Para después, dejarlo. Sonrojandose levemente frunciendo el ceño, por el comentario dado hasta lo último. Tomando un poco de aire.-

¡Y-yo puedo vestirme como se me plazca!. Y quiero ir a la rueda de la fortuna. Claro, aun que no te guste.

-Observandolo aún, con una mirada de decisión, y pensando que si él no queria. Iria solo, aun que no le gustará la idea al chico "berrinchudo" y "puntual" de enfrente suyo. Bajando un poco el vaso de refresco hasta el pecho-

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Me daba risa lo testarudo y orgulloso que era, en cierta forma, se parecía mucho a mi, le sonreí y aentí tomándole de la mano mientras nos dirigíamos a la rueda de la fortuna, fue realmente gracioso el momento en que le iban a prohibir entrar por la estatura, entonce snopude evitar echar una carcajada burlona.

-No se preocupe, soy su hermano maor y tomaré todas las responsabilidades- dije para que nos dejaran entrar.

No era que Yuki fuese pequeño, pero a mi lado, hasta un caballo podía parecer un perrito pequeño, le tomé de la mano más cariñosamente y entramos en la cabina, donde entré primero para que al él entrar yo lo tomase por la cintura y le sentase en mis piernas.

-Desde aquí verás mejor no crees?- le dije apoyando mi mentón de su hombro derecho y rzando cariñosamente mi mejilla con la suya

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¡AAAAAAAH! ¡NO!

-Moviendo los brazos de arriba a abajo, tratando de quitarse de sobre sus piernas sonrojado completamente, con el ceño fruncido. Sintiendo como sus manos, se aferraban a mi persona, apenandose levemente.-

¡E-esto no es nada divertido, dejeme sentarme como gente normal!

-Lograndose safár de los brazos de él y de ese momento embarazoso sonrojado, pasando a enfrente observando por la ventanilla incandose sobre la banca de la cabina de la rueda de la fortuna. Observando todo el maravilloso paisaje que se formaba al ir más y más arriba. Deteniendose la rueda. Sonriendo alegremente un tanto "infantíl".-

¡Que lindo paisaje!