Buscando...

Apenas había llegado al hotel y tras registrarme en el lugar, comencé a recorrer los pasillos del lugar. Había dos cosas que tenía que encontrar. Lo primero era mi habitación. Tenía un pequeño papel con el número de la misma anotado, pues mi memoria no era tan buena para recordarlo por cuenta propia. Miré el papel una vez más.

-Creo que es segundo piso...- comenté para mi mismo

Sin embargo, había algo más que tenía que buscar y era de suma importancia hacerlo. Debía encontrar a Yamamoto para advertirle sobre el peligro y contarle todo lo ocurro en Vongola últimamente. Pero, como él se registró aquí, no sé exactamente en que habitación lo hizo. Había intentado llamarlo a su móbil algunas veces, pero me daba ocupado constantemente ¿Con quién podría estar hablando en unos momentos así?!. Emití un suspiro resignado. Tenía que tranquilizarme y pensar las cosas. Además, estoy seguro de que pase lo que pase, él no será derrotado tan fácilmente.

Quizás lo mejor sería ir a mi habitación y esperar a poder comunicarme con él. Si, eso debía hacer. Continué caminando, en busca de aquél cuarto en el que me hospedaría temporalmente.

No era su primer dia de trabajo, pero era como si lo fuera, todo el mundo lo pedia sin cesar, que una copa por aqui, que si lo otro por alli y lo peor era cuando pedian comida o bebida para que se las subiera al cuarto, como si cobrase mucho por eso ¬¬....

Resignado por el trabajo fue subiendo con un abandeja del menu que pidieron y la entrego en su lugar correspondiente, caminando por el pasillo, se encendio un cigarillo molesto, odiaba tanto a la gente rica, eran un asco, se podian permitir todo lo que deseaban solo por su "estatus" y el "dinero" les esupiria a todos en la cara si tuviera ocacion, pero como estaba ahi trabajando, pues no podia permitirselo, pero se moria de ganas...

Camino por el largo pasillo metido en sus pensamiento cuando de pronto choco contra alguien, atrapandolo por la cintura para que no callera, miro hacia abajo viendo a la persona que choco contra el, viendo a un chico de cabello castaño al igual que sus ojos, era ciertamente lindo pero ¿quien era?
- perdone, ha sido culpa mia - se echo a si mismo la culpa ya que en verdad en parte lo era al estar pensando en cosas antes de mirar por donde iba.

Me distraje completamente, más de lo que debería, pero no podía evitarlo, estaba preocupado por la situación y mis pensamientos me habían quitado la percepción de la realidad, de lo que ocurría a mi alrededor. Agradecía que aquél tutor que me había entrenado durante tanto tiempo no estuviera aquí para ver mi torpeza. Estaba seguro de que si se enterase de los distraído que estaba siendo me golpearía por ello y me diría "Dame-Tsuna" tal como solía llamarme la gente hace algunos años atrás.

Tanto fue mi ensimismamiento, que no noté que alguien venía en dirección opuesta a mi, por lo que ambos chocamos. Al no haber preveído aquello, perdí el equilibrio y, cuando pensé que caería al suelo, un par de manos me tomó por la cintura evitándolo. Escuché la voz de un joven disculpándose por aquello. Levanté la mirada, encontrándome con un par de orbes verdes que llamaron completamente mi atención.

-No te preocupes. Yo venía distraído así que también es mi culpa- le respondí para evitar que el joven se hechara una resposabilidad que no era del todo cierta. Supongo que ambos veníamos pensando en nuestras cosas. Le sonreí cálidamente.- G-gracias por sujetarme antes de caer

Le agradecí un tanto apenado por ello. Quizás a mi edad y como líder de la mafia, no debería apenarme por eso. Tal vez nisiquiera lo debí haber mencionado.

- es un acto reflejo asi que no tiene por que agradecerme nada - comento ayudandolo a ponerse bien, para luego mirarlo bien, examinandolo de ariba a bajo y asi un rato, era muy joven ¿que haria ahi? en ese hotel, ¿estaria con su familia? seguramente aunque viendolo de traje... ¿alguna fiesta? ¿boda, bautizo, funeral? no sabia y era mejor ni preguntar ya que no queria ni meter la pata ni era su asunto.
- si necesita cualquier cosa, aviseme y yo le ayudare - no por algo era su trabajo... curiosamente no le molestaba el ayudar a ese chico que parecia torpe a mas no poder, era su instinto el que le avisaba de ello.

El joven respondió que había sido sólo un reflejo por lo que no tenía que disculparme por ello. Me ayudó, entonces, a enderezarme correctamente. Le sonreí amablemente de nuevo. Parecía ser un chico muy agradable, sin mencionar que tiene unos muy buenos actos reflejos. Me sentí un tanto avergonzado cuando noté que su mirada se depositó, durante algunos momentos, en mi. ¿Era mi imaginación o este chico me estaba escudriñando con la mirada?... Quizás si era mi imaginación. Mi mirada nuevamente se depositó en aquellas orbes verdes. No era la primera vez que veía ese color de ojos, pero los del chico extrañamente me habían fascinado.

Me comentó, entonces, que si necesitaba cualquier cosa, le avisara pues él me ayudaría. Parpadeé ante ello y fue cuando noté que su vestimenta lo delataba como mesero del hotel. Ya veo, así que era una empleado de aquí. Mejor aún, así tendré más oportunidades para hablar con él. Después de todo, me agrada entablar conversaciones con gente agradable.

-Mmm... bueno, estoy buscando mi habitación... ¿podrías ayudarme?- le pregunté con algo de timidéz.

Al oir aquella pregunta, sonrei un poco, habia gente que no sabia cual era su habitacion ya que era un poco lioso aqui.
curiosamente le sonreia facimente cuando normalmente jamas sonreia a nadie, era un gran misterio aquello...
- bueno, si me dices cual es tu numero, puedo guiarte hasta ahi sin problemas - comento tranquilo mientras se metia las manos en los bolsillos preguntandose a que clase perteneceria, si a la rica o la pobre, aunque eso le daba igual, solo era curiosidad laboral, algo que no le gustaba pero que tampoco desagradaba ya que siempre era bueno tener contacto y amistades en este mundo.

Él me sonrió, lo cual extrañamente hizo que me apenase un poco más. Me preguntó mi número de habitación para poder guiarme hasta allí, entonces me recordé el papel que antes traía en mi mano y que ya no estaba allí. Posiblemente se me había caído cuando choqué con él. Miró hacia el suelo. Si no encontraba ese papel iba a ser un problema, puesto que no recordaba con exactitud el número de la habitación.

Seguí buscándolo con la mirada hasta que finalmente lo encontré. Suspiré aliviado por ello. Me agaché y lo levanté del suelo. Sentí algo de verguenza por tener que usar aquél papel para recordar el número. Envidio a las personas que tienen mayor retención en su memoria.

-Es la número 27- dije una vez que vi el número escrito en el papel.

Ahora que lo pensaba aquél número representaba mi nombre. Por eso mismo cuando era más joven, de vez en cuando me compraba camisas con el número inscripto en ellas. Era extraño que no me hubiera dado cuenta antes de ello, así hubiera sido fácil recordar el número.

Al ponerme a pensar eso, caí en cuenta de que no conocía el nombre de este joven que tan amablemente me llevaría a mi habitación. Seguramente debe pensar que soy un maleducado por no presentarme ante él.

-Es cierto... lamento no haberme presentado antes... Soy Tsunayoshi Sawada ¿cuál es tu nombre?- le cuestioné sonriéndole nuevamente.

oyo primero el numero de la habitacion y luego el nombre del individuo, cosa que le hiso sierta gracia al darse cuenta que su nombre se pronunciaba igual que el numero 27 en japones, era chistoso en parte, pero no debia mostrarse maleducado delante de un cliente por ello tosio un poco y lo miro tranquilo.
- soy Hayato Gokudera - se presento sin dar la mano, ya que el contacto fisico era algo que aun no le gustaba, jamas se acostumbraria a el, no por ahora. - vamos, le guiare a su comoda - comento cuando comenzo a caminar hacia el cuarto enumerado.

Solté una pequeña risa cuando él toció, intentando disimular la risa. Posiblemente se había dado cuenta de que el número de mi habitación y mi nombre, en japonés, sonaban igual cuando se separaban las sílabas. Vaya, que envidia. Yo había tardado tiempo en darme cuenta de ello y nisiquiera recuerdo si no fue oka-san quien me lo mencionó y él lo había descubierto en cuestión de segundos.

El joven se presentó como Gokudera Hayato. Por su nombre asumí que era de origen japonés, además aquello explicaría en parte, porque había descubierto lo de mi nombre así tan rápido. Sin embargo, me llamó la atención que su físico distanciaba completamente del esteriotipo oriental. Aquellos ojos verdes y su cabello plateado definitivamente me hacían pensar que era europeo.

-Tienes un lindo nombre, Gokudera-kun. Eres japonés ¿verdad?- le cuestioné sin darme cuenta de lo entrometido que estaba siendo- Ah.. perdón... quizás ya estoy preguntando de más

Comencé a seguirlo, esperando encontrar así mi habitación.

camino por el pasillo hasta oir aquella pregunta de un tema del que muchos se metian con el antiguamente en los centros estudiantiles, por ello su mala conducta, casi violenta se podria decir.
- ah, no, no soy japones - comento tranquilo - a mi madre le gustaba mucho esa tierra asi que me puso ese nombre, y aprendi japones al igual que otros muchos idiomas solo para poder comunicarme con otra gente del mundo - aunque ese idioma lo habia escojido especialmente por su madre, que siempre hablaba muy bien de ese pais, como si hubiera vivido ahi, aunque jamas lo hiso, solo veia documentales, libros, guias, etc. su sueño era el ir un dia ella con su hijo a verlo pero no pudo ser... - usted si es japones, ¿no?

Gokudera-kun respondió que no era japonés y que su madre le había puesto aquél nombre sólo porque a ella le agradaba aquél país y él había aprendido aquél idioma para poder comunicarse con gente de otros lugares del mundo. Me sorprendí al escuchar que sabía varios idiomas. Sólo al hablar, se notaba que Gokudera-kun era un persona muy inteligente.

-Ya veo... ¿Así que sabes varios idiomas? Eso es fantástico, Gokudera-kun. Yo sólo he podido aprender japonés e Italiano- respondí

Asentí cuando él me preguntó si era japonés. Ciertamente había pasado gran parte de mis años de vida en mi país natal. Además de que mis padres también eran de allí. Sin embargo, en este último tiempo, había estado viviendo en Sicilia debido a que ahí se encontraba la sede central de la familia Vongola.

-Si, pero mi tatara tatara ¿tatara? abuelo paterno era italiano y me heredó el negocio familiar. Así que he estado viviendo en Sicilia durante algún tiempo - comenté. Esperaba haber dicho bien lo del tatara, es que tantos antepasados me mareaban un poco.

- ooh, Sicilia, hermoso lugar - comento mientras seguia caminando a su lado - ¿visito usted la Toscana? - le pregunto ya que el era italiano y conocia bien entera Italia, recorio todo el pais, descubriendo lugares que jamas salian en las guias ni en fotos, y el si las sacaba y las guardaba en un album personal, siempre lo hacia cuando viajaba, se recoria el pais entero a lo mochilero, no necesitaba ser rico para eso, sino listo, ya que si sabes donde ir y por donde, no nesesitas nada mas, solo una tienda de campaña metida en la mochila junto a un saco de dormir y punto, y algun que otro utencilio para cocinar.

Gokudera-kun comentó que Sicilia era un hermoso lugar. Supuse que, por lo dicho, él había estado allí, había estado allí ante lo cual pensé que quizás era de nacionalidad italiana. Cuando me cuestionó si había visitado Toscana coloqué una expresión pensativa. Me quedé pensando durante unos momento y luego recordé aquella vez en la que había tenido que ir a allí para formar una alianza con una familia mafiosa. Para colmos todo había sido un engaño de su parte y tuvimos que ponermos a combatir allí. Suspiré con gran pesar al recordarlo.

-Si, pero sólo fue en un viaje de negocios no muy placentero. Así que no pude ver mucho- respondí.-Eres italiano, Gokudera-kun?


[off: perdón si es una respuesta corta... ando con poco tiempo y la inspiración no ayuda >.>U]

[tranquilo XDDD cuesta escribir tanto pero esta bien yo de seguro que tampoco sabre que responder un dia xDDDD]


De pronto le oyo preguntar aquello, aun siendo italiano, no sabia si era mestizo ya que de su pasado familiar no sabia mucho, y menos paterna, que jamas lo conocio. Aunque su madre le contaba cosas de su niñez, de donde estuvo y que visito, al crecer, hayato recorio el mismo camino que su madre, visitando los mismos lugares para recrear sus tiempos, aun sabiendo que jamas volveria su madre, al menos asi la sentia mas sercana.
- si, soy italiano - comento tranquilo mientras se paraba de pronto al llegar al frente de la puerta del chico, el numero 27.

Gokudera-kun me respondió afirmativamente. Tal como había sospechado desde un principio era de familia europea, más específicamente italiano. Me alegraba haberlo conocido. Al menos, asi mi estancia en este lugar seria mas confortable. Poder hablar con una persona tan conocedora y amable como lo era el siempre era algo grato. Aunque habia venido a este lugar por causas laborales, mas especificamente para asegurarme de que Yamamoto se encontrase bien, siempre tendria algo de tiempo para el ocio.

Finalmente llegamos hasta la habitacion que me correspondia, la numero veintisiete. Senti algo de verguenza de mi mismo al ver que tan rapido habiamos llegado. Solo habia que seguir avanzando y quizas dar vuelta en alguna que otra esquina y alli estaba. Tan facil era y yo no habia podido ubicarla.

_Ah... aqui es... Arigato Gozaimasu, Gokudera_kun_le agradeci sonriendole


[off: perdon por los guiones bajo y la falta de acentos pero mi teclado se volvio loco y escribe lo que se le canta]

- no tienes nada que agradecer - comento, no era su trabajo pero tampoco perdia nada por hacerlo, ademas lo habia hecho con sumo gusto - bueno si no nesesitas nada mas, me retiro - dijo tranquilo, esperaba que tuviera una larga estancia en el hotel, ya que asi podia verle mas y platicar con el mas, ya que era bastante agradable el hablar con el chico, aunque de seguro que vino por trabajo o algun asunto familiar ya que era muy raro ver a un joven con traje tan elegante, seguia teniendo cierta curiosidad a que se debia aquella vestimenta tan formal, aunque pensaba que era demasiado descortel el preguntarlo ya que podia meter la pata o meterse donde nadie lo llamaba, y no queria incomodar a un huesped.

Gokudera-kun respondió que no tenía nada que agradecerle. Le sonreí levemente por ello. Me pregunto si aquello de guiar a las personas a sus habitaciones era parte de su trabajo. Como sea, agradecía que él lo hubiera hecho pues ahora conocía a alguien afable en este hotel en el cual debía quedarme por algún tiempo.

Entristecí un poco cuando él comentó que si no necesitaba nada más, entonces él se retiraría. Sin embargo, ya no tenía nada más que pedirle y retenerlo por puro egoismo era algo que no podía hacer, especialmente porque sabía que él estaba trabajando.

-Esta bien... espero verte nuevamente, Gokudera-kun- respondí- Ha sido agradable hablar contigo

Tras decir aquello último sonreí.

- lo mismo digo - comento referiendose a lo de la charla - y de seguro que me ves por aqui - dijo para luego despedirse dle chico, dejandolo en su puerta, ahora debia volver a su trabajo, que era el de camarero, se preguntaba si lo veria en el bar, aunque no sabia ya que parecia ser menor de edad, aunque las aparencias engañaban en ese lugar asi que no estaba del todo seguro.
Suspiro al mirar la hora del reloj de su muñeca, se hacia un poco tarde aunque eso le daba igual, aho no eran tan exigentes como en otros lugares por eso podia tomarselo todo con calma, aunque no le gustaba tardar en hacer sus cosas o llegar tarde por eso comenzo a caminar con cierta prisa por el pasillo hasta llegar al bar donde se puso a trabajar.


[toca abrir nuevo tema xDDDDD eso si, despues de tu post ]

Tras despedirme del chico, el cual comentó que de seguro lo vería por estos lugares, cosa que realmente me agradó, entré a la habitación que me habían asignado. Había cosas que aún tenía que hacer por aquí. Lamentablemente, esto no era unas vacaciones. Tenía un deber que cumplir y debía hacerlo lo más pronto posible antes de que alguien salga herido nuevamente.

-Espero que mi estancia aquí me sea un tanto leve- suspiré resignado al pensar en todas las dificultades por las que posiblemente pasaré estando aquí. Siempre que una misión estaba de por medio, algo realmente desagradable para él ocurría.

Ya adentro de la habitación, me dispuse a comenzar con todo lo que tenía que hacer allí.