Comprando lo que Falta ^^ [Libre]

Había sido un dia un poco lento y bastante largo kuku~... en el hotel hacían falta varias cosas y me ofrecí a ir por ellas, cuando Shiki-san me dio el dinero salí inmediatamente a las tiendas coemrciales a por dichos objetos, ya estaba dentro y comencé a buscar las cosas que estaban en la lista, sabanas nuevas, almohadas, blanqueador, cloro, mopas nuevas, entre muchas otras cosas, salí con mi típico camizón naranja y un short de blue jean junto con una boina y unos converse negros con medias más arriba de la rodilla de rayas. Auqne estaba vestido bastante extraño le di caso omiso a las miradas de rareza que me rodeaban.

Ya tenía algunas de las cosas y las metía tanquilamente en el carrito que llevaba.

-Etto... ya tengo esto, esto... esto y esto!- terminé tachando felizmente la lista -Ahora solo me faltan 10 cosas más y terminaré.- sonreí al final

Segía paseando con el carrito mientras me dirigía a la tienda de colchones y cosas del hogar, donde usualmente vendían objetos e implementos que lograban ser bastante bonitos, me contenté al ver que había una nueva adquisición en la tienda, unos hermosos candelabros en forma de mariposas y otros que colgaban de una base con una pequeña cadenita.

Entré y compré por lo menos dos docenas para las habitaciones y unas 20 alfombras rojas para la entrad al hotel, mas unos cuentos impremeables y chales ya que se acercaba la época de invierno. Auqnue pronto me encontré en un dilema

-Etto... ¿Que debería hacer? ¿Debería comprar las batas de Minc o de otra tela suave? Si las mujeres se preocupan tanto por su piel... hummm...

Después de investigar parte de hotel decidió ir a la zona de Tiendas Comerciales, ya que debía ser un lugar bastante transitado...
Un buen modo de recaudar información para su libro.

Caminó un poco entre las distintas tiendas, hasta que le llamó la atención una curiosa chica con orejas de zorro que le salían de la cabeza.

Se sorprendió ligeramente, no acostumbaraba a ver gente así, y éste hotel cada vez le parecía más raro.

Se acercó un poco a ella, pero con cuidado de no molestarla cuando la escuchó hablar en voz alta debatiéndose entre la elección de unas batas. Decidió intentar ayudarla.

- Deberías coger lo que más te guste a ti -le dijo a la chica- Yo me fiaría de tu criterio -añadió amablemente, y plegó ligeramente las alas para que no fuesen tan vistosas.
La cohibían entre tanta gente desconocida.