Acompañada por... -Privado-

Ya eran alrededor de las 9 de la noche cuando la figura femenina de la kitsune se izo presente en el rio, ese era su "día de descanso" y quería aprovecharlo lo mejor que podía, en la mañana en si solo había dormido hasta tarde, en la tarde solo había estado vagando por el hotel, pero finalmente había decidido hacer la rutina diferente y fue por ello que en la noche había terminado en el río. Sus orbes celestes admiraban aquel majestuoso paisaje, el manto nocturno estaba adornado por unas cuantas estrellas y el clima estaba realmente agradable.
Se sentó a la orilla del río, dejando que sus pies desnudos tuvieran contacto con el agua, en ese instante traía cubriendo su cuerpo un vestido completamente blanco que le quedaba por encima de sus rodillas y a la vez traía un escote algo atrevido, aunque no le importaba mucho, a fin de cuentas creía que estaba sola.

- Que hermosa vista -. Musitó para si misma mientras cerraba los ojos, sintiendose realmente agusto en aquel ambiente tranquilo.

Mi reloj de bolsillo marcaba las 9 en punto y a paso lento mi sombra recorria el sendero hacia el lago, la luna estaba en medio del cielo acompañada por las estrellas a sus costados, los arboles merecian un descanso de la luz dejando ver su sombra, el dia habia sido estresante en el hotel dejando a cargo a el sub. gerente al mando mientras un encuentro me esperaba, mira el reflejo de la luna sobre el lago y una silueta a las orillas de este una hermosa silueta se vio bajo el reflejo de la luna, una sonrisa se me dibujo en el rostro tras caminar dar unos pasos hacia aquella mujer

Buenas Noches Madame diciendo unos pasos atras de ella contemplando su hermosura, esta seria una noche .... interesante

La vos masculina la izo salir por un instante de sus pensamientos... esa vos... ya le había escuchado antes, al dirigir su mirada a este sus dudas fueron aclaradas ¿Como olvidar al gerente del hotel? hasta el momento ese había sido su primer encuentro directo, pues antes solo le conocía de vista.

- Muy buenas noches -. Sonrió sensualmente mientras se ponía de pie. Examinó de pies a cabeza al muchacho antes de simplemente remover unos mechones de cabello que le molestaban la vista. - ¿Que hace aquí? -. Cuestionó con el mismo tono suave y sensual a la vez que avanzaba unos pasos hacía el gerente, siendo sus pasos algo provocativos. - ¿No debería estar asegurándose de que el hotel no estalle en llamas? -. Una risita quizás algo coqueta salió de sus labios al concluir sus palabras, quedando por lo menos a medio metro del mayor.

[iAquella mujer se levanto a un paso sensual y provocativo, lo unico que pude hacer al verla fue sonreir de manera provocativa con una mirada fija sobre los ojos de ella, una voz sensual se escucho repentinamente
[/i]

Buenas noches Mizuki, me habian dicho que habian visto a alguien por estos lares aunque tenia la ligera impresion de que que se trataba de ti aun con una media sonrisa en mi rostro mientras veia como avanzaba hasta mi moviendo las caderas de una forma provocativa aumentando la intensidad del encuentro

No creo que alguien vaya a necesitar de mis servicios por ahora, al menos no tan seguido aparte de que el sub. gerente esta a cargo por el momento El cuerpo de la mujer despertaba los bajos instintos en mide una manera lujuriosa, el kimono blanco con el escote perfectamente alineado, la luz de la luna iluminando sus pechos redondo y la cintura de su vestimenta definiendo las caderas de ella, el cabello rubio de ella bajando por sus hombros y una mirada lujuriosa de parte de ella
Te molesta mi presencia dulce nocturna Clavando mi mirada en los ojos de ella de una forma intimidante y sensual a la vez, meti mi mano en mi bolsillo mirando el reloj de bolsillo y suspirando un poco al par de que guardaba mi reloj y cruzaba una mano por la cintura de ella atrayendola a mi

Sonrió al escuchar las palabras de este, sus ojos celestes se mantenían en todo momento sobre los ojos ajenos, aunque le miró todavía mejor al quedar muy cercas de este. La sonrisa sensual se mantuvo en sus labios, mientras que sus brazos rodeaban el cuello ajeno. Junto solo un poco su rostro al ajeno, entrecerrando los ojos.

- Así que supuso que era yo... muy inteligente -. Rió bajito, aunque se quedó en completo silencio cuando fue tomada por la cadera, no le molestaba para nada la cercanía, todo lo contrario, le encantaba sin contar que este lograba provocar ciertos deseos en la rubia.

- ¿Molestarme? -. Susurró casi sobre los labios de este mientras un tono sensual se apoderaba de su vos. - todo lo contrario... llegaste en el momento justo... -. Roso suavemente los labios ajenos mientras pegaba sus senos al pecho del muchacho al igual que juntaba su cadera a la ajena.

La rubia se apego a mi cuerpo pegando su pecho y su cadera a mi cuerpo al igual que los labios de ella tocando los mios, aquel acto desencadeno un poco mas mis instintos juntando nuevamente mis lbios a los labios de ella besandola con un poco mas de intensidad, los senos suaves se movian contra mi pecho

Entonces esta sera una velada perfecta mizuki pose una de mis manos suaves por el abdomen de ella donde se encontraba el lazo del kimono jalando suavemente una de las puntas dejando el kimono a medio abrir ya dejando ver parte del abdomen de ella la junte mas a mi cuerpo subiendo una mano por atras de los cabellos de ella para acercarla a mi rostro con suavidad dejando ver una suave sonrisa mientras susurraba sobre los labios de ella

Me gustas Mizuki dije juntando mis labios a los de ella besandola de forma apasionada mientras juntaba mi cuerpo al de ella, los ojos azules de ella y el cabello rubio que cubria parte de su pecho hacian que la intensidad aumentara debajo de una luna pecaminsa

Cuando se separó del primer beso, solamente alcanzó a suspirar suavemente, mirando a los ojos a su compañero, aunque las siguiente acción de desabrochar su liston provocaron que un ligero carmesí se adueñara de sus mejillas, mismo sonrojo que aumento de intensidad al apegarase más al muchacho y escuchar sus ultimas palabras.

- Mi Sebastian... -. Susurró tiernamente, musitando después un "te quiero" de forma suave y sensual. Ambos brazos pasaron de rodearle el cuello a sostenerle los hombros, correspondiendo el apasionado beso en cuestión de segundos. Una de sus manos se mantuvo sobre el hombro ajeno, mientras la otra se dirigía a los botones de la camisa del joven, desabrochando uno por uno de manera bastante lenta, en ese instante no le importaba perderlo todo, solo lo deseaba a él.