Corría por los pasillos buscando la enfermería, hace un rato me había cortado con uno de los cuchillos de la cocina y al parecer la herida era profunda y tenía que tener atención medica lo más rápido posible.
Llego a la enfermería rápidamente, respiro un poco por su agitado recorrido, para luego poder volver a calmarse y no verse muy tensa; entre a la sala y pude observar millones de medicinas, vendajes, camillas, etcétera. Mire a mi alrededor y pude observar a un chico ahí, sus ojos dorados eran hermosos o eso me pareció.
-Disculpa....- Dije un poco tímida -Sabe quien puede ayudarme a curar esto.- Dije mientras señalaba la herida que no paraba de sangrar dejando que escurriera en todo mi brazo.