Me di cuenta de que, después de cierto tiempo trabajando aqui, nunca me di la molestia de visitar el teatro, tampoco Sebastian sempai ni Shiki sempai me habian mandado a ir a aquel lugar, supuse que era algo solitario cuando en el hotel no habia ninguna estrella de música o teatro o algo así.
Sin pensarlo más, ya estaba de camino al teatro, tarde unos pocos minutos, quizás porque estaba en la planta del hotel. Al entrar, podía sentir que cualquiera que me viese se reiría de mi a causa de mi rostro de sorpresa, hace mucho tiempo que no veía un teatro tan grande y hermoso, por un momento cuestioné que tan grande era el hotel para abarcar tales cosas.
Rapidamente mis pasos resonaban en todo en lugar, subí al escenario y me quedé mirando fijamente los asientos donde deberia estar el público y comencé a cantar. No me escuchaba cantar desde hace mucho tiempo, quizás porque me distraía mucho en el hotel, mi voz en ese momento era suave y serena.
De la nada me detuve, escuché pisadas que se acercaban al lugar.