Buscando Donas -¡¡No es una cita!!-

Cuando el mayor terminó de leer dicho papel, lo volvió a guardar en su bolsillo donde porsupesto, llevaba aún más de ese tipo de "pistas", no podia salir del hotel sin ellas ya que eran sumamente importantes, de vida o muerte, si no las tenia era posible que no dieran con aquellas donas que tanto queria "volver a ver", olvidandose claro del leve accidente que ocurrió en esa vez que había comprobado esa leyenda.

Y, una vez que Belph le quitó la mano de encima, tomó la misma y la apretó con fuerza para comenzar a caminar junto a él.

- ¡Existen! Yo lo sé. La cosa es que tú eres demasiado maduro - Le contestó estando bastante seguro de su existencia mientras con la mirada fija en el suelo buscaba alguna hoja manchada de chocolate o chispas enterradas en la tierra. - ... Y sobre el papel... Continuó sin dejar de sonreír y de buscar - Las donas de la vez pasada me dieron esta y muchas más, pero eran unas muy estupidas... ¡¿A cuál dona se le ocurriria darle pistas a un humano para que las descubrieran?! -

O por lo menos eso le gustaba creer. Pero, la verdadera historia de esa creencia tan inusual se debia a un sueño... un sueño demasiado creible al parecer.

¿Y que tiene que sea "maduro" como es que tú me dices? Además, tú tienes más imaginación de "niño pequeño", si juntara a todos los que conozco no llegarian a tu mentalidad.

Sonrie un tanto por lo sarcástico que se volvio, observando su mano tomando la del pequeño. Un tanto "asustado" por como ese chico se habia encariñado tanto por su persona "demoniaca" como la normal. Y no le gustaba tanto que no le tuviera miedo como los demás o eso era lo que queria pensar en esos momentos de estar a "solas" con el chico. Pero aun repasaba en su mente "Esto no es nada parecido a una de esas espantosas citas que tiene las estúpidas parejas enamoradas, solo es un encuentro con unas donas que le gustaria verlas rebanadas". Sonriendo para si, por lo último ya mencionado. Observando al chico, sosteniendo levemente su mano.

¿Y bien? Yo no veo nada. Y "estúpidas" creo que mas bien, quieren ser rebanadas y cortadas en varios pedazos.

- Oh, gracias por el halago, no pensé que fueras tan atento a mi actitud mi querido Nii-chan... - Se empeñó en que el sarcásmo fuera lo suficientemente notorio como para que el otro lo captara. Si bien era un infantil, no le gustaba del todo que se lo resaltaran y menos cuando estaban en un asunto de suma importancia, buscando donas en un bosque que daba miedo.

Continuó caminando sin soltarle la mano ya que seguia con el temor de que algun fantasma iba a salirle de detrás de un árbol, y pensó que si estaba cerca de él, entonces estaba seguro. Si, no le importaba que en dias anterior le hubiera querido matar, a lo mejor era un chico extraño como decia por encariñarse tanto con alguien así. Ciertamente el tipo de persona que fuera, no le importaba.

Bostezó, en el suelo no parecia haber algo que les ayudara en su búsqueday eso le estaba aburriendo de cierta manera.

Suspiró y levantó la cabeza para mirar al mayor.


- Si.. No hay nada, quienes se creeran como para burlarse así de nosotros... - Cerró entonces los ojos y movió su cabeza de un lado a otro un tanto impaciente. - Esta es nuestra última noche.

Eso claramente lo dijo sin fundamento alguno. Acostumbraba a decir incoherencias cuando no lograba sus objetivos, cuando algo se le dificultaba o.. cuando empezaba a ser victima del sueño.

Tan pronto como se quedó dormido y fue puesto en un lugar, despertó inmediatamente debido no sólo a los leves sintomas de narcolepsia que resentia y que aún lo desconcertaban, y también por la extraña mini pesadilla que había tenido; Hombres comiendo donas con chispas de colores mientras destruian en mil trozos su tan querido llavero. ¡¿Cómo se atrevian esos... monstruos?! Por tal, el susto lo despertó y al no saber en donde estaba, provocó que se callera de la banca golpeandose en la cabeza.

- Itai... - De momento llegó a pensar que la pesadilla había sido cierta y que ahora lo estaban pisando a él pero, al sobar su cabeza y abrir los ojos, comprobó que estaba a "salvo" después de ver al mayor frente a él.

- ... ¿Nos han capturado ya las donas?

No sabia lo que decia, sólo sabia lo que veia.