Una noche de trabajo cotidiano

Despues de dejar al chico en su cuarto fue directamente a su puesto de trabajo, donde se ato el delantal rojo tipico de camarero y fue a atender las mesas con la bandeja, esa noche era tranquila comparada con otros, normalmente le gustaba atender desde la bara, pero como habia gente en las mesas, y pocos empleados, pues le tocaba a èl el repartir las copas y aperitivos.

Camino tranquilo por las pocas mesas ocupadas, esperaba que nadie le intentara meter mano como el primer dia en el que empezo a currar ahi, ya que habia armado una buena pegando al cliente y casi lo despiden por eso, asi que debia estar tranquilo, aunque claro, la culpa era dle cliente pero era algo que jamas se diria, ya que los clientes lo eran todo para el lugar, cosa que le molestaba en parte al peligris.

Spoiler:

En ese momento alguien más entro al lugar, pero no lo hizo más poblado de lo que era. Se dirigió derecho a sentarse a una mesa y esperar ser atendida. Era una mujer, con un pantalón negro ajustado, quizás de cuero negro o algún plástico, cabello oscuro y unos llamativos ojos celestes brillantes, pero que mostraba un poco más de lo que debía. Tenia casi todo el torso descubierto, teniendo nada más una extraña ropa que le cubría el busto y su cuello. Era nueva en el lugar, hace poco había llegado y tenia sed y ganas de divertirse un rato.

Hum, ¿y ahora que vine que puedo tomar?.

Al poco rato de estar ahi trabajando, entro una mujer con un vestuario de lo mas llamtivo, era increible que alguien pudiera vestir asi, aunque cuando el no trabajaba si que se ponia ropa llamativa, pero mas bien con decorados complicados como una estrella de musica o algo, aunque otras veces dejaba carne al descubierto de cintura para arriba.

Al ver que la mujer se sentaba en una de las mesas, agaro una de la sbandejas, donde deposito un vaso y fue a donde la mujer, depositandolo y tomando su libreta para apuntar el pedido de la mujer, era peticion del jefe el hacer eso, si fuese por el lo memorizaba y punto, era bueno en eso, no por nada era una de las personas mas listas, pero tampoco le gustaba decirlo, ni alardear de ello, no era de esos.
- Buenas, ¿que desea tomar? - le pregunto, ya que podia pedir bebida y comida.

- lamento decirle que es obligatorio apuntar los pedidos - comento bajandolo - si fuese por mi no lo llevaria ya que es una molestia para las manos y una perdida de tiempo - se llevo la mano en un puño a la boca para toser falsamente para desviar el tema a otra cosa - le servire algo para que sienta mejor y le reviva - comento tranquilo guardandose el libreto en el bolsillo del delantal.

Sin mas se alejo de la mesa llendo a la cocina directamente a por fruta fresca, ya que las cosas que habian en la nevera no eran nada nutrientes, aunque dijesen que si.
Tomo unas cuantas frutas dulces y fue a la trituradora, donde comenzo a cortar la fruta despues de pelarla y la echo adentro convirtiendola en liquido, tenia un color naranja casi rojo, un color de lo mas llamativo la verdad, lo cojio y lo echo en un vaso, aun habia mas por si queria repetir, asi que se llevo el vaso poniendola en la bandeja junto a tarones de azucar, un vaso de leche y hielo, por si queria ponerle algo mas por si no le gustaba el sabor.
- aqui tiene, espero que le guste - dijo dejandolo sobre la mesa.

- bueno, perdone por meterme donde no me llaman, solo que no tenia muy buen color y por eso le traje esto - comento educadamente y con respeto - aunque si lo desea, puede incluirle algun alcohol para agrandar su sabor, al igual que con el champan, las fresas saben mas dulces - dijo cruzandose de brazos, habian muchos licores que podian saber bien con esa bebida, aunque se debia elegir bien, ya que cada uno le daba un sabor diferente, asi que debia ser uno cuidadoso.

No era bueno tratando con los clientes, y eso que desde muy joven ha estado en bares como camarero, pero ahi no tenia ni que hablar ni dar explicaciones, ya que la gente ahi pedia lo que queria y punto, pero esta mujer resultaba muy quejica, pero como siempre se dice: "los clientes siempre tienen la razon y ellos son la ley" cosa que no soportaba el peligris, pero se tenia que callar, aunque eso no queria decir que no perdiese la compostura alguna que otra vez.

Primero miro al chico, luego a la bebida que le habían traído, como buscando algo, y luego nuevamente al chico. Se notaba cansada, no solo por sus ojos que estaban muy levemente cerrados sino también por su aire y por su expresión en el rostro. Aunque ese estado escondía un secreto, que en cualquier momento podía explotar, pero se controlaría.

Ahm. Esta bien, dejalo y ponele algo. Que quede rico... como dije, esto no era lo que me esperaba.

Al terminar de hablarle volvió su vista hacia la colorida bebida, un poco muy llamativa, naranja chillante casi rojo. “Un poco de alegría a su día”, solo por el color no había pedido que le cambiaran de trago, y su curiosidad por saber a que sabia y de que era.

suspiro y fue a la barra a ver que alcoles tenia el lugar y cual quedase mejor con la bebida que le habia hecho, lo mejor era un licor suave para aumentar su sabor, aunque no queria pasarse, por ello elegio uno medio, pero que hacia que las bebidas sabieran a gloria.

Se aserco a la chica y echo un poco de licor en el vaso, como un chupito para ver si le gustaba el sabor o si preferia mas.
- pruebe un poco aver si es asi como os gusta o si preferis mas. - comento el chico viendo el cansancio que llevaba la mujer encima, a saber a que se dedicaba esta por su forma de vestir, pero el no era de los que cotilleaban, asi que le dio en parte igual, cada uno con su vida.