Desahogandome~

Mire mi reflejo en el lago para despues lanzar una piedra y con las ondas desaparecer mi imagen, suspire profundamente tras eso mientrás recogía mis pies desnudos de la orilla hasta atraerlos a mi pecho, rodeandolos con ambos brazos y dejando mi rostro entre mis piernas.

-E-Eso ya paso..- murmure debilmente respirando acompasada y lentamente, tratando de recuperarme y olvidar ciertas cosas. Tras unos cuantos minutos, me levante poniendome de nuevo mis zapatos. Mire una ultima vez el agua cristalina del lago que no hacia más que reflejar mi figura delgada, para sonreir amargamente.

Seguí el camino al lado del lago, que daba directo hacia el hotel. Oscureceria pronto, y estar de noche en un lugar desconocido no sonaba nada atractivo.

Después de terminar su rutina en el hospital, finalmente decidió salir para poder relajarse un poco, pues en su mente estaban unos no agradables recuerdos de lo que había pasado en toda la semana. Seguía caminando inconscientemente hacía el lago, con su mirada perdida en su propio reflejo, deseando que toda su vida fuera un sueño... o mejor dicho una simple pesadilla.
Se quedo quieta finalmente, mirando su reflejo, teniendo la ilusión de que si se tiraba podría despertar, pero sabía que no era así, dirigió su mirada al costado al escuchar unos pasos, logrando diferenciar a la distancía una figura masculina, pero no lograba reconocerle.

- Hola -. Mencionó en un tono suave y tierno al lograr ver que se trataba de un huesped, o al menos eso creía, al parecer este iba hacía el hotel, pues iba hacía el lugar de donde ella venía.

Me sorpendio una delicada y femenina voz, haciendome llevar mi vista perdida y un poco desconcentrada hacia el frente. Hallandome con una joven pelirosa, y de orbes azules frente a mí.

-A-Ah, Buenas tardes..- comente un poco tardío mientras sonreía educadamente, -¿Que hace por aqui tan tarde una joven como usted?- pregunte caballerosamente mientras me acercaba a ella, dejando solamente de distancia su espacio personal.

Ante la cercanía algo parecio resonar en su mente, y volvio a sonreir pero esta vez de una manera mas sindera y significativa, -No es bueno para un angel estar bajo la luz de la luna, ¿Sabias?- pregunte mientras llevaba ambas manos a mis sacos.

Al principió se limito a sonreir de forma tierna y dulce como siempre, manteniendose en la misma posición. Cuando ya estuvieron a una distancía prudente para platicar, la pelirosa se rasco la mejilla de forma nerviosa, desviando la mirada por un instante.

- Etto... e-es que me gusta mucho salir en las noches -. Respondió tranquilamente la primera pregunta. - ¿Porqué no es bueno que una angel este afuera en las noches? -. Un sonrojo cubrió sus mejillas, y rapidamente izo una ligera inclinación en forma de disculpas.

- L-lo siento, fui muy grosera al no presentarme -. Levantó un poco el rostro para finalmente sonreir. - Mucho gusto, me llamo Charlotte Hazelrink -. Se enderezó por completo al terminar la presentación, sonriendo tiernamente.

Escuche atentamente lo mencionado y sonreí un poco apenado, -No, la disculpa es mía, creo que yo debí presentarme primero..- murmure negando un poco con la cabeza.

-Un gusto Charlotte, mi nombre es Arthur Kirkland- tome su mano con la mía y la lleve hasta mis labios para besarla cortésmente, despues de todo era un caballero ingles.

Sonreí dulcemente para despues voltear hacia el cielo y ver como poco a poco los tonos anaranjados iban desapareciendo, para volverse azulados y oscuros, -Es una superstición si se puede decir..- murmure en respuesta a su primera pregunta, -Los seres de la noche son mas fuertes a estas horas, y para unos seres de la luz como nosotros, puede ser peligroso- explique mientras dirigía mi vista a la de ella.

Un ligero color carmesí se izo presente en sus mejillas ante el gesto de tomar su mano y besarla, pues no estaba acostumbrada a ese tipo de presentaciones. Sonrió levemente, aunque cuando termino de hablar, dirigió su mirada al cielo, suspirando levemente para finalmente asentir con la cabeza, pues en cierto modo tenía razón.

- Si, tiene razón, pero no suelo pensar mucho en eso, pues nunca me ha pasado nada -. Desvio la mirada mientras se acomodaba algunos mechones de cabello detrás de su oreja antes de volver a hablar. - Como no tengo a quien servir, pues suelo vagar mucho en las noches, pues en las mañanas me quedo en el hotel, trabajando -.

Ladeé un poco mi rostro confundido, -¿Servir a alguien?- pregunte, mas la misma oracion me lo respondio, -Asi que trabajas en el hotel- afirme despues de conjuntar todo.

-¿Aunque, que significa eso de servir a alguien?- murmure aun un poco confuso, había oido rumores de la boca de algunos huespedes, pero ciertamente aun no entendía a que se referian con eso de comprar, -¿Acaso es algun sistema del hotel o algo parecido?- pregunte buscando su mirada con la mía en busca de una respuesta.

Se le quedó observando en silencio, sus ojos parecian brillar a la luz de la luna y eso solo le daba una expresión un tanto más hermosa e incluso tierna. Se quedó un rato en silencio aún cuando este se quedo en silencio hasta que creyó saber que responder.

- Si, es algo así como una función, para mejor comodidad de los huespedes - Sonrió levemente mientras entrelazaba sus manos por delante de ella. - mientras un empleado no tenga un huesped a quien atender, su trabajo sera general - Bajo la mirada con un ligero gesto de triste. - Yo aún no consigo un huesped - Murmuró para si misma suspirando levemente.

Espere con una sonrisa hasta que la chica me respondiera, llevando momentaneamente mi vista hacia el cielo, cada vez se perdia mas luz del día. Al menos esperaba, que dos angeles fueran suficientes como para espantar aquellos peligros.

Ahí claramente era cuando mas gracia divina del señor necesitaban.

-¿A-Ah si?- pregunte un poco desconcertado mientras dirigía mi vista nuevamente hacia el frente, al parecer me habia quedado divagando demasiado, sonreí con levedad al verla entrelazar sus manos delante de ella, ciertamente le daba un cierte aire enternecedor. Mas el cambio repentino en sus expresiones me hizo suspirar ofuscado, ciertamente no me gustaba ver una mueca triste en el rostro de una dama.

Recargué mi cuerpo hacia delante, y con una de mis manos, di un suave golpecito en su frente con mi dedo indice, -Te queda mejor una sonrisa- me explique con una pequeña risita ante su rostro sorprendido, -Y me pregunto, ¿Que meritos consigues al poder servirle a un huesped?- pregunte siguiendo con la conversación, aun no podía entender mucho de eso, era claro que la comodidad del cliente era mucho mayor, ¿pero los empleados obtenian algo?

Al recibir el breve golpecito, se sorprendió y dichosa sorpresa se notó en su expresión. Cuando escucho su comentario no pudo evitar que un tierno color carmesí se adueñara de sus mejillas, suspiró levemente mientras musitaba un suave "gracias" antes de quedarse callada para poder seguir escuchando al muchacho. Se quedó un rato pensativa mientras miraba al cielo de manera quizas hasta melancolica.

- Conseguimos a alguien a quien complacer, y nuestro jefe quizas nos aumente el sueldo... creo -. Rió bajito al concluir sus palabras mientras se abrazaba a si misma. - sinceramente no lo se, pero seguro es mucho mejor que estar sin huesped, una llega a sentirse hasta sola -.